Personajes de otro mundo, conoce a las Subcriaturas

Seres en miniatura que no pertenecen a este mundo son los personajes que Susana Cebrián ha creado con Subcriaturas. Un proyecto, que según la artista, cuya fecha de inicio se remonta a su niñez.

«Empecé de muy niña en realidad, era un pasatiempo. Así como cualquier niño que le dan plastilina en el nido o en el colegio y se pone a jugar», así comienza Susana a explicarnos cómo nació su pasión por crear con sus manos. Desde que recuerda, ella amaba dibujar , pero cuando descubrió que podía plasmarlos  en tres dimensiones, todo cambió.

Aprovechaba cada recreo que tenía en el colegio para ir corriendo a la biblioteca y mirar un libro en particular, el cual si bien no recuerda cómo se llama, recuerda el contenido y las texturas de los personajes que encontraba en cada página. Este libro fue parte de sus referencias, las cuales plasmaría en sus futuras esculturas. Pero esas no fueron sus únicas referencias, los dibujos animados que la rodeaban en esa época jugaron un rol trascendental también. «Me llamaba mucho la atención los cuentos alemanes, los cuentos japoneses que pasaban en el canal 7, El Narrador de Cuentos. Esa estética antigua me llamaba un montón la atención», recuerda Susana. Fueron los personajes de esas historias los que despertaron su interés, en especial los monstruos y las brujas, que eran sus personajes favoritos.

Al ver esos personajes de cuentos, empecé a cuestionarme por qué los malos de los cuentos eran malos. Me trataba de meter en el personaje malvado y hacerlo tierno», para Susana estos eran los personajes que tenían un lado más humano, ya que podían ser malvados, pero también tiernos, y podían tener lados buenos; eran mucho más complejos, eso le resultaba interesante.

Si bien este gusto comenzó cuando era niña, fue algo que nunca se detuvo: « Las brujas me llamaban mucho la atención, también los monstruos. Al principio me gritaban porque ensuciaba toda la casa con plastilina. Hasta que ya no era tan chiquita y seguía con el mismo gusto. Ya no era tanto como un juego, era algo que me llenaba y quería seguir haciendo». Y así fue, ahora trabaja con una cerámica especial para miniaturas, pero la plastilina siempre será su primer amor, la textura y los colores fue lo que hizo que se enamorara de ese material.

Cada vez que Susana crea un personaje, se desconecta de todo y se concentra en darle vida a esa criatura. Cada forma, textura y color es lo que le  da personalidad, lo cual los hace único, pero al mismo tiempo forman parte de un mundo. «Yo creo que lo que trató de expresar con mis personajes es encontrar la belleza en las cosas cotidianas, que no todo se tiene que ver hermoso para transmitirlo. Por ejemplo, puede haber un monstruo con nariz de chancho que no sea objetivamente bello, pero puede parecernos tierno porque expresa todo un mundo», concluye Susana.

Susana deja volar su imaginación cuando es el momento de crear, y cuando empieza, sus manos plasman todos esos personajes que la acompañan desde su niñez. Conoce todas las subcriaturas que habitan su mundo aquí.