Padres · 04 de Jul 2019
Es normal que sientas preocupación por el desarrollo de tu hijo, pero no hay porqué alarmarse. En esta nota te explicamos qué podría estar pasando.
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Mi hijo tiene un año y aún le cuesta mantenerse de pie. ¿Debo preocuparme? En Chicos IPe te ayudamos a despejar tus dudas.
Lo primero que debes entender es que todos los niños son distintos y no por eso hay algo mal con ellos. Aquí te damos cuatro razones por las que tu pequeño podría no estar caminando todavía:
Aunque la mayoría aprende a caminar entre los 13 y 15 meses, algunos se demoran más. Si tu hijo fue un poco lento para darse la vuelta o apenas se movía cuando otros gateaban puede ser que se esté tomando su tiempo.
La explicación es simple: tiene un ritmo diferente. Pero eso sí, si después de los 18 meses continúa con el problema, deberás consultarlo con su pediatra.
Como los primeros pasos siempre son torpes, otra opción es que haya intentado caminar antes y se haya caído. Lo más probable en este caso es que no quiera volver a intentarlo hasta sentirse seguro.
Así como hay niños llenos de energía que no paran de jugar, también los hay tranquilos. Ellos pueden pasar horas sin llorar o sentarse en el mismo lugar sin hacer ningún problema. Si tu hijo está en este grupo solo debes tenerle paciencia.
Si gatea muy rápido y con la confianza necesaria para lograr sus objetivos, quizás no sienta motivación para caminar aún porque sabe que no se podrá mover con la misma facilidad.
Lo mejor que puedes hacer es alentarlo y darle ánimos para que siga practicando. Recuerda que el miedo y la inseguridad se aprenden y si él nota que te preocupas mucho, tomará la misma posición. ¡Ánimos! Más pronto que tarde estarás grabando un video de ese gran momento.