Ecología · 27 de Feb 2020
Conoce la historia de la estudiante puneña que busca descontaminar el lago navegable más alto del mundo.
Difusión / Canal IPe
Gladys Gómez vive en Juli, provincia de Chucuito (Puno) desde hace 20 años. Ella es estudiante de ingeniería agrícola y una de las primeras de su familia en seguir una carrera universitaria.
Pero Gladys no solo quiere enorgullecer a sus papás con su trabajo, también a toda su región y por qué no, al Perú entero.
Su gran objetivo es llegar a preservar y cuidar el agua de nuestro lago Titicaca, considerado como el lago navegable más alto del mundo (tiene alrededor de 4000 metros de altitud).
Aunque su idea todavía está en planes, este proyecto planea ayudar sobre todo a las personas de la zona que trabajan en la agricultura y el ganado.
“Gran parte de la economía de Puno depende del agro, pero las limitadas reservas de agua frenan este desarrollo. Ahí es donde entramos los ingenieros agrícolas. Nosotros evaluamos las condiciones para proponer alternativas sostenibles que mejoren la producción y la calidad de vida de las personas”, dice Gladys, que en 2017 ganó una beca completa de Pronabec gracias a sus excelentes notas.
Una de las alternativas que quiere proponer es someter el agua del lago a un proceso de purificación. Porque, lamentablemente, ahora está muy contaminada y no puede ser usada ni para el consumo humano ni para la agricultura.
“Cuando voy por sus orillas veo mucha basura. Esta contaminación está acabando con varias especies de animales acuáticos, como el pez ‘Carachi’. Este pez tiene hierro y potasio y puede ser un gran aliado para acabar con la anemia”, menciona.
Apenas termine el proyecto piensa pedirle ayudar al Municipio de Juli o a la región de Puno para implementarlo lo más pronto posible.
En Canal IPe celebramos la iniciativa de Gladys que no solo ayudará a aprovechar la riqueza de uno de nuestros lagos más importantes, también ayudará a que las próximas generaciones puedan admirar su belleza.