Identidad · 25 de Mayo 2020
Es momento de reconocer y admirar la diversidad lingüística que tiene nuestro país.
Andina / Canal IPe
Aunque el castellano es uno de los idiomas oficiales del Perú (además de nuestras 47 lenguas originarias), existen diferentes formas de hablarlo. Nuestro país es tan diverso en geografía y representaciones culturales, que resultaba un poco obvio que esto pasara y está bien.
Según explica el lingüista Jorge Iván Pérez, a estas diferentes formas de hablar se les conoce como dialecto. Un dialecto es un sistema lingüístico que se deriva de otro. Sus particularidades están marcadas por la región geográfica en la que se hablan.
Por ejemplo, existen dialectos en cada región del país. El castellano que se habla en Piura no es el mismo que se habla en Puno o en Iquitos.
Como puedes ver, las lenguas están cambiando constantemente, no solo a través del tiempo, también cambian dependiendo del lugar donde vivamos o de la situación en la que nos encontremos. No hablamos igual con nuestra profesora del cole que con nuestros amigos.
Estos son algunos ejemplos el lingüista menciona en su libro 'Los Castellanos del Perú':
En Cajamarca se usan palabras como shulana, para referirse a la humedad del campo o ashuntarse, que significa arrodillarse. Estas palabras no suelen escucharse en otras regiones del país. Como tampoco las que se usan en Piura, como churre, en referencia a los niños o umashe, una herramienta que se usa para servir chicha.
Como el que hacemos con la letra rr. Mientras en la algunos lugares de la costa se pronuncia haciendo vibrar la punta la lengua, en algunas regiones andinas se pronuncia sin vibración. Además, se le incluye un silbido más parecido al de la s. Así, palabras como carro o perro, terminarán sonando algo así como carrsho o perrsho.
En algunas partes de la selva en lugar de decir “La casa de María”, dicen “Su casa de María”. El objeto poseído, en este caso vendría a ser su casa y no la casa. Las dos opciones se pueden usar.
Dejemos algo claro: no existe una forma “buena” y otra “mala” de hablar castellano, todas son válidas. Todas estas maneras de expresarnos son legítimas y merecen ser reconocidas.
Ahora que ya lo sabes, la próxima vez que escuches a alguien de otra ciudad, resiste el impulso de corregirlo.
Aunque hablemos el mismo idioma, todos somos diferentes y eso es lo que nos hace especiales.