¿Por qué es útil la progresión aritmética en el atletismo?

Las matemáticas… algunos las aman, otros no tanto. Sin embargo, hay algo que no podemos negar, independientemente de nuestro gusto por esta ciencia, es el gran valor que tiene en la vida.

Los números y las matemáticas están presentes en nuestra vida cotidiana y cumplen un rol fundamental según se les necesite. En esto va incluida cada rama y parte de las matemáticas, como lo es la progresión aritmética. 

Si no tienes claro este concepto, no te preocupes, que en este mismo instante te explicaremos en qué consiste y cómo se aplica en algunas actividades, como por ejemplo, los deportes, específicamente, en el atletismo.

¿Qué es una progresión aritmética?

Una progresión aritmética consiste en una sucesión. Puede ser, por ejemplo, números. Cada término de la sucesión, sin contar el primero, se obtiene al sumar el anterior con uno que dé origen al término obtenido. ¿Cómo?... ¡tranquilidad!, mejor veamos un ejemplo sencillísimo para que no terminemos odiando más las matemáticas.

Progresión aritmética con números:

2, 5, 8, 11, 14, 17, 20, 23,...

Ahora encontremos la progresión. Miremos el número 5, antes de este se encuentra el número 2, ¿qué número hemos agregado al 2 para que sea 5? Ajá, ¡es el número 3!

Pero… ¿cómo lo hemos hallado? Pues es la diferencia que resulta del 5 con el 2, o sea la resta.

Hay algo que es necesario recalcar. Esta diferencia, es decir este número que se repite, puede ser positivo o negativo. En este caso, nuestros ejemplos son positivos y su diferencia ha resultado positiva, pero no siempre es así.

Otra cosa que deben saber es que este ejemplo es muy sencillo y la progresión aritmética no se queda solo en números, pero ya que vamos a darle la aplicación al atletismo necesitaremos este ejemplo.

Progresión aritmética en el atletismo

Antes de ver la aplicación de la programación aritmética en este deporte es necesario definir de manera muy breve qué es el atletismo. Se trata de un deporte que está compuesto de carreras, saltos, lanzamientos, entre otras disciplinas.

Vamos a tomar en cuenta para el siguiente ejemplo, las carreras. 

Imaginemos que una maratonista, a la que llamaremos Karla, en una semana recorre cierta cantidad de kilómetros. Nos dan la siguiente información, en la que cada espacio representa un día de la semana. Además se nos pide hallar los kilómetros recorridos el día martes (X):

¿Muchos espacios en blanco? No se preocupen que ahora lo llenamos juntos. 

Recordemos que la diferencia de un número con el anterior da como resultado la progresión. Así que si restamos 17 menos 15, la diferencia será 2. Con lo cual podrás completar los kilómetros recorridos cada día de la semana.

¿Y si nos preguntan cuántos kilómetros recorrió el sábado de la segunda semana? ¡Uy, papayita!

Nuestra enérgica Karla habrá recorrido ¡27 kilómetros! Muchos nos cansaríamos caminando desde nuestra habitación a la cocina. ¡Ay!

Como ven la progresión aritmética no es un monstruo. Claro que nuestros ejemplos son muy sencillos, pero te ayudarán a que recuerdes en qué consiste y así poder comprender los problemas más complejos que tus profesores te dejen como tarea.