El Rey, el Virrey y las Peleas de Poder

En la época del Virreinato del Perú la sociedad se veía como un cuerpo humano, donde cada grupo cumplía un rol vital. El Rey era la cabeza que guiaba los destinos de todos.

Los conquistadores como Pizarro no vinieron a fundar un país llamado "España", sino a expandir los dominios del Rey Carlos V. De hecho, los monarcas se llamaban a sí mismos "Reyes Católicos" y enumeraban todos sus reinos como títulos: Rey de Castilla, León, Aragón, las Dos Sicilias y más.

Pero gobernar territorios tan lejanos era un gran desafío. ¿La solución? ¡Nombrar un Virrey! Este personaje era la "viva imagen" del Rey en América. Residía en Lima y todos debían venerarle como al mismísimo monarca.

Los Virreyes repartían cargos y favores entre los principales vecinos para ganarse su lealtad. Si eran generosos, todo bien. Pero si apretaban demasiado las tuercas como Blasco Núñez Vela, ¡hubo rebeliones! Pedro de la Gasca prefirió repartir mercedes y así pacificó el Perú.

Para ayudar al Virrey estaban las Reales Audiencias, que eran tribunales de justicia y consejos consultivos. La más importante era la de Lima. Pero muchas veces Virrey y Audiencia peleaban entre sí, cada uno creía saber mejor qué era el "buen gobierno". ¡Vaya choque de poder!

En resumen, el Virreinato era un mundo de relaciones de lealtad, premios y castigos. Un mundo muy distinto al Estado moderno que conocemos hoy. ¿No es esto una locura divertida de aprender?