Padres · 07 de Jun 2017
El cambio de estación no tiene por qué ser excusa para dejar de ejercitarse.
Canal IPe
Con la llegada del invierno, la idea de quedarse en casa bien abrigados y bajo capas de frazadas suena bastante tentadora. El descenso en las temperaturas y días con un menor tiempo de luz natural hacen que dejemos de lado una de las actividades más beneficiosas para el cuerpo: el deporte.
Durante el verano, buscamos actividades que puedan llenar la agenda de los chicos, lo que supone una buena oportunidad para dejar el sedentarismo e inculcarles un ritmo de vida activa y saludable, sin embargo cuando llega el momento de retomar las clases este, en muchos casos, parece desaparecer.
Antes de seguir es importante marcar la diferencia entre los términos de “actividad física” y “deporte”. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primero hace referencia a cualquier movimiento corporal que demande un gasto de energía y que incluye actividades relacionadas al trabajo, el juego o la recreación. El deporte, por su parte, es un ejercicio físico que requiere de rutinas de entrenamiento que son llevadas a un nivel más competitivo.
Con esto en mente, conversamos con el Dr. Óscar Bravo, Coordinador Técnico Nacional del Instituto Peruano del Deporte (IPD) y nos dio detalles sobre el tema.
“Desde los 6 a los 8 años los chicos deben hacer actividades físicas y recreativas. Preferir juegos lúdicos a deportes competitivos ya que su estructura muscular no está del todo desarrollada. A partir de los 9 años, cuando el cuerpo ya está más formado, se puede iniciar la práctica de deportes tradicionales”, nos dice.
Deportes como el fútbol, básquet, boxeo o el taekwondo, por citar algunos, brindan una lista interminable de beneficios a los chicos. Muy aparte de mejorar su salud cardiovascular, también los ayuda a trabajar en equipo, les enseña a seguir reglas, desarrolla sus habilidades motoras e incluso contribuye en su autoestima y seguridad frente al resto. Si es tan bueno, ¿por qué detenerlo en invierno?
Aquí te damos algunos consejos para seguir promoviendo este estilo de vida:
Llevar una buena alimentación: En los días de invierno, tener una alimentación adecuada es fundamental para reforzar sus defensas y evitar que alguna enfermedad entre en su organismo. ¡No olvides la hidratación! A pesar que el frío no los anime a consumir grandes cantidades de agua, intenta con sopa y jugos para no dejarla de lado.
Tener la ropa adecuada: El cambio de temperatura entre un ambiente u otro puede ser perjudicial para su salud. Cuida que siempre lleven una muda adicional de ropa a los entrenamientos para cambiarla por aquella que esté con sudor. Si la actividad se realiza al aire libre, no lo desabrigues y vístelo con camisetas delgadas de manga larga.
Ayudarlo en la rutina: El hecho de tomar clases deportivas no es excusa para dejar de lado las materias escolares. Es importante establecer una rutina junto a los chicos para que tengan el tiempo suficiente de hacer las tareas.Talleres hacia el final de la semana (jueves, viernes y sábado), podrían ayudarlos a sobrellevar la carga de estudio.
No todo es competencia: Déjalo que vaya a su propio ritmo y no le exijas más de lo que puede. Si es menor de 9 años, recuerda que tiene que tomar los ejercicios de la manera más divertida y liviana posible como salir a montar bicicleta o dar caminatas en los parques; ya cuando ingrese a una rutina más especializada, deberá hacerlo de a pocos para que pueda adaptarse y así pueda agarrarle gusto.
Tener un seguro médico: La práctica de deportes no está excluida de sufrir cualquier percance. Ante una torcedura de pierna e incluso alguna fractura, podría ser útil tener un seguro médico para tener una cobertura media o total en el proceso de recuperación.
Como dato adicional, te contamos que el IPD tiene una serie de programas recreativos y deportivos a nivel nacional para chicos de 6 a 17 años. Todos son gratuitos y con la infraestructura adecuada. Puedes tener más información aquí.
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