Padres · 20 de Oct 2017
Conoce tres puntos de vista sobre los beneficios de esta herramienta de comunicación.
Canal IPe
La tecnología nos ha dado muchas herramientas para comunicarnos mejor. Las llamadas telefónicas van quedando en el pasado gracias a una aplicación que nos permite intercambiar mensajes, fotografías y videos en tiempo real o casi simultáneo: el WhatsApp. La facilidad de uso y la practicidad que aporta en nuestras vidas lo convierte en un recurso ideal para mantenernos en contacto con aquellas personas que no vemos muy a menudo.
Si hay quienes que han sabido sacarle provecho de esta situación son los profesores y padres de familia, quienes crean grupos de WhatsApp a fin de estar al tanto de la vida escolar de sus hijos. ¿Será que estos son tan útiles como prometen?
“No todos los grupos funcionan igual y puede ocurrir que mientras algunos padres utilicen estos grupos para concretar acuerdos, conocerse mejor y saber algo más de los compañeros de sus hijos, para otros puede ser visto como una carga u obligación el tener que contestar los mensajes o que alguien muy entusiasmado llene de notificaciones los celulares de otros padres llegando a ser tedioso”, nos comenta Matías Santos, psicólogo con especialidad clínica.
Él agrega que en su experiencia la disposición de los padres ha sido bastante positiva, pero que la efectividad de esta herramienta depende mucho del compromiso del padre o madre con la vida escolar de sus hijos, el tiempo con el que disponga y muchas otras razones más.
“Actitudes como formar bandos frente a un conflicto, ventilar información poco pertinente y cualquier acto que lleve a la disgregación del grupo deben quedar de lado por completo si lo que se busca es promover una convivencia pacífica y beneficiosa para todos los miembros”, resalta Matías.
Para una profesora, el uso es distinto. Si bien el WhatsApp puede servir para apoyarse unos a otros por si alguno de los chicos olvida algo en el salón, así como para preguntar sobre la fecha de un examen o tarea pendiente, este también puede tener un impacto en la formación de los chicos.
“Esta actitud a la larga no resulta siendo beneficiosa porque no dejan al niño crecer, madurar y hacerse responsable de lo que debe hacer. Los padres siempre solucionan la situación del momento, pero el problema de fondo, la irresponsabilidad o el olvido, no se soluciona nunca. Finalmente, el que va al colegio es el niño (…) Hay una línea que no se debe cruzar y es esa la que muchos no tienen clara, entonces el WhatsApp en una agenda adicional a la que manejan los niños”, nos aclara Marcela Vergara, profesora de educación inicial.
Desde la perspectiva de Marcela, muchos papás se apoyan de los grupos para preguntar si hay algo que llevar al día siguiente o si hay algo más que hacer, evitando que ellos tomen su rol de padres como tal, programarse y apoyar a sus hijos. Para lograr sacarle la vuelta a esta situación ella nos recomienda no quejarse del colegio o de un niño para evitar situaciones desagradables o incluir mensajes “extracurriculares” como memes o cadenas.
Kristel Dextre es una mamá de un niño de 5 años. Ella, como muchas tiene un grupo de WhatsApp junto a otros padres de familia que también encontraron en esta herramienta como una vía para conectarse unos a otros.
“Me sirve puesto que me hace recordar ciertas indicaciones como llevar algún material, cambio en la hora de salida, si es que tiene que ir con buzo o uniforme – nos cuenta –. El chat es una herramienta que puede ayudar, pero el compromiso depende de cada padre porque bien pueden recibir el mensaje, pero no leerlo”.
Ella también insiste que para una mejor convivencia lo mejor es limitarse a comentar cosas que le atañen al salón entero. Cuestiones como quejas, problemas con la profesora o su hijo, deben ser conversados directamente con los involucrados ya que el uso del grupo es y debe ser estrictamente para temas del colegio.
Sea la forma que elijamos para estar al pendiente de nuestros chicos, lo importante, como todo recurso que tengamos a la mano, es tener mucho cuidado para poder sacarle el mayor provecho posible.