Padres · 13 de Feb 2018
Si pensamos tomar esta gran decisión, aquí te decimos cómo llevarla.
Pixabay
Un nuevo año escolar está por comenzar y tal vez muchos chicos lo harán desde un colegio nuevo. Puede ser un refrescante inicio para unos, pero para otros la historia es completamente diferente.
Cambiar de colegio es un proceso que involucra dejar atrás una metodología de estudio, costumbres, amigos del día a día y profesores que los acompañaron por cierto periodo de sus vidas. Comenzar de cero en un ambiente en donde entraran como “los nuevos” es, sin duda, un gran cambio para ellos por lo que nuestro apoyo en esta etapa se hace crucial.
Para tener más información sobre cómo afrontarlo, conversamos con la especialista Gissela Martinez, coordinadora del programa “Aprendamos Juntos”.
Todo cambio repercute en las personas sean adultas o no. En los niños el cambio de colegio tiene un efecto importante, tanto en su estado emocional, en su rendimiento y en sus relaciones sociales. La escuela es uno de los agentes socializadores ya que establecen amistades, rutinas y normas. El cambio de escuela demandará enfrentar un nuevo círculo social y atravesar un nuevo proceso de adaptación, algo que toma tiempo. Las consecuencias de esta adaptación, muchas veces, no son dimensionadas por sus padres.
En todas las edades el cambio tiene un impacto. Surge en ellos una sensación de pérdida e incertidumbre. Pérdida porque dejan su círculo de amistades, maestros y demás compañeros que le generaban seguridad y confianza; y, finalmente, incertidumbre por la experiencia obligada de generar nuevos amigos.
Se debe comunicar las causas por las que se da el cambio de manera directa, clara y precisa. Los hijos merecen participar de este cambio y debemos hacerles partícipes de la elección del colegio. Asimismo, es muy importar visitar el nuevo colegio y familiarizarse con la institución para que los efectos sean menores.
Resolviendo las interrogantes que nos hagan. Hay que ser tolerantes con él, calmarlo, acogerlo en su posible enojo por el cambio. Ayudarles a ver el lado positivo de esta nueva y cómo debe enfrentarla.
Cuando los niños no están contentos con algo sienten cólera, rechazo, se oponen a toda petición de los padres o se aislan de la familia como señal de molestia. Así muestran su desacuerdo con la decisión que tomaron los padres y más aún cuando no se le comunicó a tiempo. En ocasiones pueden mostrar dolor físico para evitar asistir al colegio.
Puedo brindarles los siguientes:
Comunicar a tiempo sobre los planes de cambio de colegio a los chicos de modo que estén de acuerdo y acepten la nueva escuela.
Darles tiempo para que asimilen el cambio y ayudarlos a adaptarse.
Generar espacios para compartir con los nuevos compañeros.
Buscar el lado positivo del cambio de colegio.
Otorgar confianza y brindar estrategias para que el niño pueda integrarse al nuevo colegio.
¿Se te ocurre alguna otra cosa que podamos hacer por ellos? ¡Cuéntanos para apoyarnos entre todos!