Ecología · 21 de Feb 2018
El espacio tiene alrededor de 116 hectáreas y está ubicado en el norte de la ciudad.
Andina / Canal IPe
Desde que se promulgó la ordenanza municipal 1852 en 2014, los árboles de Lima no pueden ser talados, por lo que las constructoras deben buscar un espacio en el puedan ser reubicados. Ese lugar es el “Albergue de Árboles”, administrado por el Servicio de Parques de Lima (Serpar).
Hasta ahí, en el kilómetro 42 de la Panamericana Norte, en Ancón, han llegado alrededor de 20 mil árboles, desde palmeras hasta ficus. Para la ingeniera Milagros Ortiz, de Serpar, esta puede ser una oportunidad para construir un pulmón nuevo para nuestra ciudad. Pero para el urbanista José Carlos Soldevilla, podemos estar perdiendo una oportunidad para cubrir la falta de áreas verdes que nuestras calles necesitan.
Conversamos con ellos para conocer sus opiniones y esto fue lo que nos dijeron:
Muchos de los árboles llegan al albergue cuando ya no son aceptados por las municipalidades distritales de donde fueron removidos. Ese será el caso de los 190 árboles que serán trasladados cuando finalice la construcción del intercambio vial en El Derby.
A estos árboles se unirán otros que convertirán el espacio en un bosque que funcionará como un nuevo pulmón para la ciudad. “La propuesta nace por la preocupación del tratamiento que reciben los árboles trasladados”, nos comenta la ingeniera.
Esto se debe a que para las municipalidades distritales, el traslado y tratamiento de las especies demanda mayor gasto del agua, un recurso muy limitado y por lo tanto se vuelve costoso.
Según Ortiz, el beneficio de este lugar asegura la supervivencia de los árboles debido a que reciben tratamiento especializado en el suelo, agua y mejores condiciones de vida, gracias a que están lejos de la contaminación del parqueo vehicular.
Además, señaló que este terreno apunta a ser un centro educativo ambiental que recibirá a estudiantes “que puedan ser motivados a la concientización ambiental tras excursiones recreativas y de aprendizaje”.
Pero quien tiene una opinión muy distinta es el urbanista José Carlos Soldevilla. Para él, los beneficios de tener árboles y áreas verdes distribuidas en diferentes espacios de la ciudad son muchas: “mejoran la calidad del aire, producen sombra a través de su copa para temporadas de calor o de lluvia, elevan el valor el suelo y mejoran el paisaje urbano”.
A pesar de esto, solo existen 2 metros cuadrados de áreas verdes por limeño, cuando según la Organización Mundial de la Salud deberían ser 9 metros cuadrados por persona.
“No es correcto alejar las áreas verdes, ni sus árboles hacia las afueras de la ciudad, donde muy pocos o nadie podrían gozar de ellas, salvo en los paseos escolares que se podrán organizar. Es válido crear un bosque urbano en la periferia, pero es totalmente contraproducente crearlo a partir del desalojo de árboles en zonas que de por sí están altamente contaminadas “, asevera Soldevilla.
Para el especialista, una opción viable sería trasladar los árboles a zonas con picos de contaminación alta o, si se busca disminuir los índices de polución, recomienda crear parques urbanos.
Cuéntanos, ¿cuál es tu opinión sobre este albergue?