Rigoberto odia la tarea de matemática y ha decidido contar una mentira para no presentarla. Martina le aconseja que es mejor decir siempre la verdad. Esto lleva a Rigoberto y a Martina a pensar qué es la verdad y si solo basta con creerse las cosas que uno inventa para que se vuelvan verdad.
Martina y Rigoberto son dos amigos que en los recreos se sientan en la banca del patio de la escuela a comer su lonchera y conversar sobre todas las cosas que suceden a su alrededor.