De Jesús vestido de Inca a vírgenes como montañas: 7 datos que no sabías de la escuela cusqueña | canalipe.tv

Artes · 10 de Oct 2016

De Jesús vestido de Inca a vírgenes como montañas: 7 datos que no sabías de la Escuela Cusqueña

Conoce la fusión entre tradiciones europeas y andinas.

De Jesús vestido de Inca a vírgenes como montañas: 7 datos que no sabías de la escuela cusqueña

Fragmento de "Virgen con el niño", Bernardo Bitti (1603)

A lo largo de su historia, el arte peruano siempre ha incorporado a su estética elementos característicos de nuestra identidad. Aunque esto resulta evidente hoy en día al ver el trabajo de artistas gráficos como Elliot Tupac o Cherman, que trasladan la estética chicha de las calles a las galerías o combinan el estilo del pop art con figuras emblemáticas de nuestra historia, definitivamente no es algo nuevo.

 

Hace 300 años, pintores cusqueños colocaron sutilmente elementos locales en sus obras para crear un estilo único que reflejara tanto las exigencias de la escuela española como las particularidades de su propia historia y geografía. Pero, a pesar de ser uno de los momentos más importantes de nuestra historia artística,  muchos en realidad no sabemos casi nada al respecto. Por eso, nos animamos a contarte 7 datos que debes conocer sobre la corriente artística más importante de la Colonia, para que descubras algunos de los secretos escondidos en la escuela cusqueña.

1. Evangelizando con arte

Durante la época del virreinato, las pinturas de gran formato tuvieron una función casi pedagógica, puesto que se utilizaban como instrumento de evangelización y también para adoctrinar a los seguidores de esta fe. Era muy común ver en iglesias y monasterios cuadros con escenas de la vida de Jesús o representaciones de los dogmas del catolicismo  que permitían a los evangelizadores explicar su fe de forma gráfica.

 


La parábola del sembrador - Anónimo cusqueño (1750-1780)

2. El encuentro de dos mundos

La mezcla entre lo europeo y lo andino se concretó en imágenes como el niño Jesús en traje de inca o la última cena, en la que se puede ver un cuy servido en la mesa. Esta combinación buscaba hacer más concretos y fáciles de comprender conceptos abstractos de la religión católica.

 


Fragmento de "Niño Jesús Inca" - Anónimo cusqueño (1680-1720)

3. Vírgenes como montañas

Existe una discusión abierta entre algunos historiadores del arte sobre la relación de la vestimenta de las vírgenes y la representación de la Pachamama. Por mucho tiempo se consideró que la forma triangular de los vestidos de las vírgenes representaba a un cerro, en un intento por asociarlos con la Pachamama. Sin embargo, la misma forma en los trajes de las vírgenes también está presente en cuadros de origen europeo, por lo que esa teoría ha sido dejada de lado.

 


Fragmento de "Virgen del Rosario de Lima con los ministerios del Rosario" - Antonio Vilca (1769)

4. Las obras más deseadas de la Colonia

La pinturas de la escuela cusqueña fueron muy famosas a mediados del siglo XVIII. Llegaron a distribuirse a distintas partes del virreinato, llegando a lugares tan lejanos para la época como Colombia, Ecuador, Chile y Argentina. Durante los años de la Colonia era costumbre de muchos feligreses acudir a los talleres de los pintores para encargar cuadros en los que eran pintados junto a los santos de su devoción.

 


Fragmento de "Virgen del Rosario con san Nicolas de Tolentino y san Antonio" - Anónimo (1750-1780)

5. La imaginación de los maestros

Algunas de las escenas representadas en los cuadros en realidad no corresponden con la realidad del paisaje andino. Tal es el caso de los cuadros pintados por el maestro Diego Quispe Tito, quien se inspiró en los paisajes europeos que llegaban desde España.

 


Fragmento de "Retorno de Egipto" - Diego Quispe Tito (1680)

6. Nuevos tiempos, nuevos temas

Hacia fines del siglo XVIII, durante el periodo de la ilustración europea y criolla, el proceso de secularización de la sociedad permitió que los maestros cusqueños exploren temáticas más allá de la religión. Esto le abrió paso a temas y escenas más mundanas. Así mismo, frente al cambio de siglo y el inicio de las corrientes independentistas, los pintores cusqueños se unieron a los nuevos aires que revaloraban la nueva identidad de la patria.

 


Fragmento de "Triunfo de la Independencia Americana" - Anónimo cusqueño (1825)

7. Recuperando la tradición

Con el pasar de los años, la escuela cusqueña perdió importancia y fue menospreciada por los pintores formados por la academia desde Lima. Recién a partir de 1920, casi 100 años después, se revaloró y se estudió el sincretismo de sus símbolos.

 


La exposición "Pintura Cusqueña" en el MALI. Crédito de la foto: Canal IPe

 

La tradición de la pintura cusqueña es muy rica, aún podemos ver muchas de sus obras en distintos lugares como museos, iglesias y monasterios. Son una parte viva de nuestra identidad, ya que representan la unión de dos culturas. Si quieres ver algunas de las obras de la pintura cusqueña y conocer un poco más sobre esta, no dejes de visitar la exposición pintura cusqueña en el Museo de Arte de Lima. Y, no olvides pasar por su sitio web y página de Facebook para mayor información sobre la muestra.

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