Artes · 11 de Nov 2020
Conversamos con el artista José Carlos Vargas Mendoza y nos contó en qué se inspira al momento de crear.
Difusión
En el taller del artista José Carlos Vargas Mendoza habitan esculturas en tamaño real, bustos de personajes y animales, entre otras figuras impresionantes. Capturan la atención por varios minutos, no solo por la perfección de sus formas, sino porque al verlas transmiten muchas emociones y sensaciones. Así es la obra de este artista, que desde su estudio en Chorrillos, hace un alto en su trabajo para conversar con Canal IPe sobre el arte que tanto lo apasiona: la escultura.
De niño, José Carlos siempre estuvo seguro de que iba a dedicarse al arte. Aunque sus padres soñaban con que se convierta en un gran abogado, finalmente respetaron su decisión, pues desde muy pequeño les demostró el gran talento que tenía con sus manos. Empezó dibujando carritos de juguete en hojas de papel y luego haciendo en plastilina a sus superhéroes favoritos. Sin saberlo, estaba realizando sus primeras esculturas, figuras que aprovechaba en venderles a sus amigos de colegio.
Tras terminar la secundaria y sin pensarlo dos veces comenzó sus estudios de escultura en la Escuela de Bellas Artes en 1994. Desde entonces dedicó todo su tiempo a aprender, practicar, investigar, dibujar, crear y crear. Sus manos han moldeado los rostros y los cuerpos de Miguel Grau, Paolo Guerrero, Túpac Amaru, Batman, Simón Bolívar, Gustavo Cerati, John Lennon, La Madre Teresa de Calcuta y la lista es interminable.
“Al hacer una escultura soy como un actor que se mete en el papel del personaje o animal que voy a retratar. Investigo mucho. Cuando hago realismo me comprometo totalmente con la obra porque el resultado es la extensión de la vida de aquello que me mandaron a elaborar, que quizás ya no está en este mundo”, cuenta el artista.
Al momento de crear, el escultor revela que se inspira en los sentimientos de las personas. Para él, el éxito de cada pieza recae en que no se encasilla en un solo estilo, tipos de personajes, incluso materiales. En lo que va de su carrera ha hecho trabajos en arcilla, yeso, bronce, tecnopor e incluso con plastilina escolar.
Para hacer un busto el tiempo que invierte es de un mes y si se trata de una figura en tamaño real, un mes y medio. Antes de que empezara la pandemia estuvo a punto de inaugurar en Miraflores la escultura de cuerpo entero del recordado surfista peruano y campeón nacional “El gordo Barreda”, pero la cuarentena cambió sus planes.
“La obra del deportista la tengo en mi taller. Se suponía que la inauguración iba a ser en abril, pero todo se paralizó por el COVID-19”, detalla José Carlos. En estos años como artista, ha participado en aproximadamente cinco exposiciones y ha elaborado algunas piezas que se exhiben en la vía pública como el monumento a John F. Kennedy en Miraflores. La Virgen de la Asunción ubicada entre las calles La Mar y Santa Cruz, el busto del recordado Javier Diez Canseco y muchos más. Otras de sus obras han salido del país.
Para los adolescentes y jóvenes que quieren incursionar en el arte. José Carlos les aconseja que sean pacientes pues a pesar de ser una carrera hermosa pueden haber muchas caídas en el camino. “Detrás de un artista exitoso hay miles de horas de trabajo, rechazos y decepciones, pero hay que aprender a levantarse. Lo importante en la vida es hacer lo que a uno le gusta, porque no sabemos hasta cuando vamos a vivir”, enfatiza.
Un ejemplo de perseverancia y dedicación cuando se trata de perseguir los sueños. Si quieres conocer más del trabajo de José Carlos Vargas puedes visitar su cuenta de Facebook. ¡Apoyemos el talento nacional!