Édgar Álvarez lo explica todo con plastilina

Édgar Álvarez es la persona detrás de la popular página de Facebook Se lo explico con plastilina. La página se hizo conocida en nuestro país en el 2017 luego de que se viralizó una imagen de la sobreviviente Evangelina Chamarro.

El artista plástico colombiano, que se autodefine más de la escuela de “aprender haciendo”, tiene más de veinte años trabajando en muchos campos, pero el que le ha dado más reconocimiento es la plastilina. Ha participado en proyectos de Disney Channel, libros infantiles y cómics. Además ha colaborado en campañas para organizaciones como UNICEF y Naciones Unidas.

Hace poco estuvo en Lima para participar en la Feria del Libro Ricardo Palma. Aprovechamos la oportunidad y conversamos sobre su experiencia, la página Se lo explico con plastilina y sus nuevos proyectos relacionados a la migración venezolana.

¿Por qué trabajas con plastilina?

La plastilina para mí ha sido como mi hermanita de toda la vida. Siempre ha sido la forma de crear cosas. Tuve una cosa muy interesante de niño, mi abuelo trabajaba con arcilla y me enseñaba algunas cosas. Por otro lado, mi abuela materna trabajaba con masa de las arepas. Entonces como que siempre me gustaron las masas y cuando encontré que se les podía dar color apareció la plastilina y ahí me quedé para toda la vida.

¿Cómo fue tu experiencia de aprendizaje?

Yo estudié Artes plásticas, pero soy muy de la escuela “error, aprendizaje”. En esto hay algo muy bonito que nos pasa en Latinoamérica, el hecho de tener carencias nos sirve muchísimo. Aquí nos inventamos otras formas de hacer las cosas y eso es muy válido. Cuando yo vivía en Estados Unidos todo se hacía de la forma que había que hacerlo. La escenografía era lo más caro de este mundo, los vestuarios. Todo. Era muy curioso, porque tuve la oportunidad de estar en los estudios donde hicieron la película Coraline. Trabajaban con todo el presupuesto de este mundo, mientras tanto yo estaba haciendo animación en las calles de Los Ángeles sentado en una esquina. Tanto lo uno como lo otro es válido.

¿Cómo fue tu primera animación?

Mi primera vez fue muy interesante, porque yo era mensajero de una productora de comerciales y allí jamás me hubiera imaginado que se podía dar movimiento a figuras en plastilina. Cuando hice mi primera animación fueron unas arañas y unos insectos moviéndose y yo quedé tan fascinado que ahí me quede para toda la vida. Lo bonito es que esto es magia, o sea el sentirse uno como medio dios y darles movimiento a las cosas es algo único y es todo un privilegio.

¿Cómo fue la experiencia de hacer el cortometraje Los Invisibles?

Fue un proyecto único, porque todo el rodaje se realizó en la calle. Nosotros nos llamamos artistas, pero hacemos arte muy pocas veces en la vida. Pues para mí (el corto) reúne todo lo que es una obra de arte y transmite lo que uno está sintiendo. En este proyecto lo interesante fue el trabajo fotográfico y sociológico. El hecho de haber rodado en la calle era como sentirme también habitante de la calle, pues la gente me daba dinero, comida. Todo el mundo pensaba que yo era un homeless en Los Ángeles.

Fue muy interesante el hecho de apropiarse de la ciudad, no pensar en la escenografía clásica, sino justamente a apropiarse de las cosas buenas y malas, con todos los peligros. A la vez con una ventaja que era que la ciudad siempre se estaba moviendo súper rápido mientras todos mis personajes iban caminando muy lentamente.

¿Qué busca Se lo explico con plastilina?

En Colombia, Se lo explico con plastilina es por un lado como “oiga esto es absolutamente obvio, mire lo que está pasando y usted no está haciendo nada” y a la vez es como esa parte pedagógica que dice “venga con paciencia, hay que bajarle un poco al lenguaje a tantas cosas técnicas a lo que se explica desde lo social, desde lo antropológico, desde lo político”. Entonces es muy importante que los temas que trata los entiendan muchísimas personas. Para mí, eso es como una función pedagógica social, artística y comunicativa.

¿Tu trabajo tiene una misión de transformar?

Sí, para mí lo clave es generar reflexión. (Se lo explico con plastilina) busca tratar de entender qué piensan los demás. Ha sido como quitarme una cantidad de prejuicios y siempre que publicó imágenes trato de quitarme prejuicios para llegar a más personas.

¿La plastilina te ha ayudado a conseguirlo?

Sí, me ha ayudado a conseguir muchísimo. Hace dos días estaba en la frontera con Venezuela haciendo muñecos en plastilina y era muy bonito, porque era hablar con venezolanos y colombianos. Nos unió el mismo diálogo en torno a la plastilina, entonces me sirve para muchísimas cosas y para reflexionar.

¿En qué se convertirán los talleres que realizas en la frontera entre Colombia y Venezuela?

Por un lado son talleres y, por otro lado, estoy trabajando en una serie fotográfica.

Finalmente, ¿Qué te trajo por la Feria de libro Ricardo Palma?

El hecho de venir aquí está muy ligado a mi historia con Evangelina Chamorro, que fue muy particular. Para mí haberla hecho fue algo muy sencillo. Jamás imaginé terminar conociéndola. Ya somos súper amigos.

Mucha gente me escribía para darme las gracias, para bendecirme. Eso es muy bonito cuando a uno lo están bendiciendo y le dicen “que chévere que usted se tomó el tiempo de hacer a nuestro personaje y ayudar con estas campañas”. Ahí es donde uno puede cumplir una función social y el cuento es justamente contarles a ustedes qué se está haciendo y que ustedes también lo hagan.

Puedes conocer más del trabajo de Édgar en la página Se lo explico con plastilina. ¿Conoces a otras personas que busquen transformar la sociedad desde trabajo? Cuéntanos quiénes son en la sección de comentarios