Artes · 23 de Oct 2018
Conversamos con Marco Avilés, el autor del libro “No soy tu cholo” sobre las situaciones que dan paso al racismo en nuestro país.
Canal IPe
La diversidad del Perú es una de las razones que más nos llenan de orgullo. Sin embargo, es esa misma diversidad en nuestras raíces culturales que a veces nos cuesta notar y que da paso al racismo y la peligrosa discriminación.
Afortunadamente, el debate alrededor de este tema surge en nuevos espacios y hoy son más personas que investigan sobre sus antecedentes y consecuencias en nuestra sociedad. Uno de ellos es Marco Avilés, periodista y escritor peruano. Para él, la discriminación basado en nuestras raíces “es un racismo mucho más estructural, menos evidente que el racismo que a todos nos indigna que es el que podemos reconocer en la calle”.
Conoce a continuación algunas de las situaciones en las que se expresa el racismo en nuestro país para poder eliminarlas.
Muchos reconocemos al Perú como un país diverso, pero ¿quiénes verdaderamente ponen en valor esa diversidad? Quizás a muchos nos cuesta reconocer nuestras raíces, identidad y cultura.
“Yo puedo reconocer abiertamente y sin ningún problema que soy varón y puedo reconocer que soy mestizo, quechua y blanco. Soy un cholo. Me cuesta más reconocerme como indígena porque básicamente la cultura me dice que no soy indígena y mientras he sido niño me han dicho que lo indígena era un sinónimo de atraso”, cuenta Avilés.
Además, Avilés añade que, en un país como el nuestro, la forma como nos identificamos abre puertas para conocernos e integrarnos más. En ese sentido, permite que la gente reconozca esas raíces y “se fortalezcan con gente joven que se identifica a sí misma como parte de esas culturas”.
“Dentro de lo cholo, hay categorías amorfas que quienes hemos vivido y practicado el racismo sabemos reconocer. Mientras más claro eres, más arriba estás (de la escala social), menos te cholean, te admiten en los círculos sociales más altos. Mientras más oscuro eres, más difícil de huir de ese sistema”, afirma.
La forma en la que se percibe el racismo también está en la política. Esto se da a través del hecho de que “en los gabinetes de ministros no haya representantes indígenas o afroperuanos. Son como fantasmas, como si no existieran”, señala Avilés.
La falta de representatividad dentro de los grupos con poder político, y que además no podamos este problema con facilidad, es una señal de cuán enraizado está el racismo.
“Que no haya presentadores de televisión indígenas o afroperuanos en mayor cantidad, por ejemplo, son situaciones en las que se expresa el racismo en su mayor brutalidad”, comenta.
Si hacemos un repaso por todos los canales de la televisión peruana, ¿cuánta diversidad encontramos? y si la encontramos, ¿cuáles son las características que se le otorga a estas personas?
Durante la discusión del sueldo mínimo, un congresista señaló que 850 soles era “mucho” para las personas que viven en otras partes del país que no son Lima.
Estas declaraciones “te dan una idea de cómo piensan estas personas: está bien que la gente que pertenezca a lo que llaman “el interior del país”, gane poco”, agrega el periodista.
Para Marco, la conversación sobre el racismo es cada vez más abierta y es cada vez menos tabú: “todavía estamos en una conversación bastante superficial sobre el racismo. Pero bueno, es mucho mejor que antes”.
El escritor considera que los colegios son espacios ideales para aprender a conversar y reconocernos como seres diferentes, incluso culturalmente.
Continuemos cuestionandonos, informándonos y formando parte del debate. Conoce más sobre el racismo en nuestro país aquí.