Gracias Causa: la brigada de voluntarios venezolanos que está haciendo grandes cosas por el Perú

Seguro te enteraste de la noticia de los cientos de voluntarios que limpiaron tres kilómetros del río Rímac en una mañana. En esta nota te contamos sobre la iniciativa llamada Gracias Causa, que está dando la vuelta al Perú. 

“Creamos este proyecto porque vimos que muchos inmigrantes, sobre todo venezolanos y venezolanas, querían agradecer de alguna forma el recibimiento que han tenido con ellos”, cuenta Regina de la Portilla, oficial de información de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR).

Todo comenzó en Tacna. Varios peluqueros de ese país se acercaron a la agencia para contarles una idea: querían cortarle el pelo gratis a los chicos de los colegios locales, pero no tenían un espacio ni los implementos necesarios para hacerlo. 

“Nosotros los ayudamos con la logística y ellos con sus capacidades. A partir de ahí nos empezaron a llamar más personas venezolanas a decir que se querían sumar, que querían ponerse al servicio de las comunidades a las que estaban llegando”, dice.

Poco a poco, ese grupo pequeño se convirtió en más de 500 personas dispuestas a hacer un cambio en un país que ahora también consideran como suyo. ACNUR ya no trabaja solo, se le han sumado otras organizaciones con las mismas ganas como Unión Venezolana, que organiza a la comunidad en Lima para realizar diferentes acciones.

“Hemos hecho limpieza de playas en Barranco, donde se juntaron más de 100 voluntarios, hemos ido a un colegio de San Martín de Porres que ha recibido bastantes alumnos venezolanos y que no tenía las mejores condiciones. Ahí arreglamos las graderías, hicimos un huerto, pusimos plantitas en la entrada. También hubieron médicos atendiendo de manera gratuita y profesores de taekwondo fueron a dar clases”, menciona. Juntos han llegado también a otras ciudades como Tumbes y Arequipa.

Grandes acciones

Un equipo cada vez más grande de voluntarios hizo realidad una meta pendiente: organizar un evento de mayor impacto, que sea un reto y que inspire a otros.

“Éramos muchas manos y teníamos ganas de hacer algo positivo. Así nació la idea ir al Rímac a limpiar lo más que pudiéramos en una mañana. Juntamos a casi 600 personas de diferentes países, esta vez no solo de Venezuela, también peruanos, franceses, argentinos, españoles, yo misma no soy de aquí, soy de México”, dice Regina. Este grupo juntó dos toneladas de basura en un día como plásticos, botellas y llantas.

“Queremos que la gente se entere que la mayoría de los inmigrantes y refugiados vienen a salir adelante de manera honesta, que están huyendo de situaciones de violencia donde no han podido comer en mucho tiempo, donde los niños estaban enfermos y no habían medicinas. Llegan aquí con toda su vida en una mochila. Lamentablemente, los actos negativos a veces ocupan los titulares, pero los positivos son muchos más y queremos demostrarlo”, reflexiona.

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