Los jóvenes con discapacidad intelectual pueden llevar una vida normal gracias a este centro

La inclusión social y laboral para jóvenes con discapacidad intelectual leve sigue siendo un gran reto en nuestro país. Pero este grupo, muchas veces etiquetado como "diferente" e incluso "raro" por necesitar más tiempo para aprender, ahora tiene un apoyo importante. Se trata de IGEL, un centro liderado por la terapeuta ocupacional Kely Flores, que busca que estos chicos y chicas que tienen entre 15 y 20 años puedan llegar a la adultez siendo independientes. 

"La discapacidad intelectual leve es una condición que se da sobre todo por complicaciones en el parto o después de nacer. En algunos casos viene acompañada de otros diagnósticos", explica Kely. 

En IGEL, ella y su equipo trabajan para que ellos aprendan a dar sus opiniones, interactuar con otros y hacerse cargo de su vida. 

"En este programa les enseñamos cosas básicas como limpieza personal, desde cuándo lavarse los dientes o bañarse hasta cómo aplicar a un trabajo o desarrollar su propio emprendimiento", dice. 

Pero lo particular de esta metodología es que el acompañamiento es de largo aliento. Incluso si los participantes son contratados por una empresa, el seguimiento continúa hasta que estén totalmente listos para "caminar solos". 

"Las personas con discapacidad intelectual leve pueden tener una vida normal si tienen la guía correcta. Incluso pueden vivir por su cuenta. El problema es que todavía hay mucho desconocimiento", reflexiona. 

Aunque IGEL no tiene mucho tiempo de creación, muchos de sus alumnos ya han superado el primer módulo en el que han tenido la oportunidad de desarrollar diferentes microempresas. 

"No todos encajan en un trabajo "convencional", algunos se sienten más cómodos teniendo algo propio, por eso es importante hablar con ellos y ayudarlos a encontrar su lugar", dice.

Si quieres saber más de esta iniciativa, puedes visitar su página oficial. Cuéntanos en los comentario si conoces propuestas similares.