Lloque: el árbol ancestral de la siembra y el agua

¿Has oído hablar alguna vez del árbol de lloque? Nuestro país alberga una gran gama de fauna y registra más de 25 mil variedades. Uno de ellas es el lloque, que no muchos peruanos conocen, pero aquí te lo contamos.

En la comunidad campesina San Lorenzo de Alis, ubicada en la provincia de Yauyos, perteneciente a la cuenca del río Cañete, crece el árbol ancestral. Su germinación y crecimiento es muy esperado y celebrado por los habitantes del lugar ya que para ellos simboliza la esperanza de recuperar sus bosques nativos.

Son los comuneros de la zona los que se dedican al cultivo de la tierra. Lamentablemente, en el último año, tras varios intentos para que el lloque brote, no dio resultados. ¿La razón? El cambio climático. La especie disminuyó en esta zona del Bosque de Lloclla, generando gran preocupación en las personas, pues la planta cumple importantes funciones ecológicas en toda el área.

¿De qué manera beneficia a la comunidad?

Estos árboles, regulan el clima, previenen la erosión de los suelos y almacenan grandes cantidades de agua, que tras el proceso de filtración por la tierra alimenta los manantiales y puquios que benefician a la comunidad y a todos los usuarios de la cuenca del río Cañete.

En el último año, las temperaturas extremas de calor y frío impidieron que las semillas se reprodujeran, el agua comenzó a escasear en la zona y el bosque estuvo en peligro de extinción.

Repoblamiento en equipo

Como el trabajo en equipo siempre es mejor. El Ministerio del Ambiente, a través del Proyecto de Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos y 115 familias de la comunidad unieron fuerzas para sacar adelante el proceso de plantación del árbol de lloque.  

Fieles a la tradición, los comuneros se internaron en el bosque y sembraron las semillas en el vivero forestal que cuenta con aproximadamente mil metros cuadrados.  Con mucha dedicación, la temperatura adecuada y la cantidad de agua exacta obtuvieron buenos resultados. ¡Gran noticia!

Gracias a este esfuerzo ahora el Bosque de Lloclla cuenta con más de 60 hectáreas de árboles de lloque que además les proporcionan a los pobladores madera de buena calidad con la que hacen sus propias herramientas artesanales y las emplean para preparar las tierras de cultivo.

Uno de los más grandes sueños de la comunidad de San Lorenzo de Alis es que en unos diez años el Bosque de Lloclla, que preserva los árboles de lloque, sea conocido y visitado por los turistas. ¡Es tarea de todos luchar contra el cambio climático para que esta reserva paisajística no vuelva a estar en peligro de extinción!