Antioquia: un pueblo de colores | canalipe.tv

Identidad · 12 de Oct 2016

Antioquia: un pueblo de colores

Date un respiro, escapa de la ciudad y viaja el fin de semana

Antioquia: un pueblo de colores

Flickr

Hay un lugar cerca de Lima que transporta a sus visitantes a un mundo que parece de cuento. Ese lugar se llama Antioquia y está aproximadamente a dos horas del centro de Lima (dependiendo, claro, del tráfico de la ciudad). Hace algún tiempo había leído en blogs sobre lo bello y pintoresco del lugar, pero al revisar páginas web para averiguar cómo llegar, solo recomendaban pagar un tour o viajar con carro propio.

 

Yo no tenía la posibilidad de hacer ninguna de las dos cosas, pero sí muchas ganas de conocer el sitio, así que, sin importar lo que dijeran los blogs, decidí ir. No es muy difícil. Primero hay que llegar hasta el cruce de la avenida Aviación y Javier Prado.  Allí, al lado del centro comercial La Rambla, se encuentran unos taxis colectivos que anuncian su próxima salida a Cieneguilla. Si le indicamos que vamos a Antioquia, el taxista nos dejará en Río Seco, desde donde es posible tomar otro colectivo hasta nuestro destino final. El costo total de ambos transportes es de 15 soles.

 

El viaje de Río Seco hacia Antioquia es hermoso. Los paisajes son verdes y están llenos de naturaleza. Aunque hay un tramo de carretera no construido y el trayecto no es cómodo, el olor a tierra mojada y los pueblitos que se atraviesan en el camino van abriendo paso a una Lima desconocida. Nieve Nieve y Sisicaya, pueblitos de una extensión de solo tres cuadras que parecen salidos de alguna historieta de Tintín, nos van guiando hacia Espíritu Santo, donde se encuentra ubicada Antioquia.

 

 

Llegué como al mediodía y me puse a buscar hospedaje, ya que no había reservado uno. Los hospedajes son básicos. La mayoría son cuartos dentro de casas de familias y no debe haber más de 8 en el lugar. Conseguí uno a las afueras del pueblo, más o menos a dos cuadras de la plaza. Las familias son bastante amables y el costo del cuarto por noche para dos personas es de 25 soles.

 


Uno de los hospedajes en Antioquia. 

 

Las opciones de restaurantes en el pueblo son limitadas, aunque hay algunos turísticos con menús accesibles. Después de almorzar es el momento ideal para visitar la encantadora plaza, famosa por su iglesia decorada con palomas y lindas flores. Al caer el atardecer, caminé rumbo al cementerio y el polideportivo, desde donde seguí mi rumbo hasta llegar al mirador. Desde allí es posible ver todo el valle de Huarochirí. Incluso puedes tomar un tour con Alex Narciso, el único guía de Antioquia que ha sido certificado por PROMPERU.

 


Alex y Bronco los guías de Antioquia. 


Mirador de Antioquia.

 


Vista del valle desde el mirador.

 

Alex me contó un poco sobre la historia de cómo este lugar tomó tanto color y vida. En el año 2004, el artista Enrique Bustamante decidió llevar a cabo el proyecto, que había presentado antes en un concurso, llamado “Colores para Antioquía”. Este consistía en pintar el pueblo de colores y llenarlo de plantas para hacerlo más amigable y turístico. A pesar de que en un inicio los pobladores no estaban de acuerdo con la propuesta, finalmente decidieron que el cambio representaría un atractivo para el lugar, por lo que podrían recibir a más turistas y vender sus productos de manzana, melocotón y membrillo.

 


Escuela de Antioquia.

 

Fue así como pusieron manos a la obra y decidieron ayudar al artista. Aunque el objetivo se cumplió y el turismo aumentó, 10 años después el proyecto ha sido descuidado. Alex me dijo que aunque el turismo se ha reducido, la gente aún llega interesada por los diferentes atractivos que ofrece Antioquia.

 


Caballos pintados en paredes de Antioquia. 

 

En las tierras de esta zona de Huarochirí crecen con facilidad los membrillos, melocotones y manzanas, por lo que si decides visitar este lugar sería un pecado no probar sus jugos de néctar de membrillo, la mermelada del mismo fruto y el vinagre de manzana. También es conocido por su producción de camarones y los platos típicos que se preparan con estos. Poco a poco, se ha convertido en un destino de turismo de aventura, recibiendo con frecuencia a ciclistas, atletas y motociclistas.

 


Melocotones y membrillos

 

Antioquia es una opción encantadora para descansar del bullicio de la ciudad. Las noches son tranquilas y estrelladas y puedes pasar por la plaza a sentarte y ver a la gente reunirse alrededor del único carrito de salchipapas del lugar (si se te antoja una, el promedio de espera es de 1 hora).

 


Plaza central de Antioquia.

 

A continuación, mi resumen de gastos en un fin de semana en Antioquia.

 

Gastos:

 

 
  • Pasaje ida y vuelta hasta Av. Javier Prado con Av. Aviación
S/. 30
  • Hospedaje
S/. 12.5
  • Jugo de néctar de membrillo
S/. 4
  • Mermelada de membrillo
S/. 7
  • Almuerzo
S/. 8
  • Desayuno
S/. 3
  • Salchipapa
S/. 2
  • Tour por la ciudad
S/. 10

 

Total

S/. 56.5

 

 

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