Identidad · 16 de Ene 2019
Ser un turista responsable significa viajar apreciando y beneficiando la cultura, economía y ecosistema de las localidades que visitas.
El turismo responsable es un concepto cada vez más usado en nuestro país. Esta alternativa se implementó con fuerza cuando se puso en evidencia el potencial que el turismo tiene para beneficiar a las comunidades locales, que con los modelos tradicionales muchas veces se veían perjudicadas.
Así como los emprendimientos que ahora ofrecen sus servicios en diferentes localidades del Perú, son cada vez más los viajeros que también se preocupan por generar un impacto positivo en los lugares que visitan.
¿Eres uno de ellos? Aquí te proponemos algunos destinos que te regalarán experiencias únicas y con los que podrás contribuir a que este sector sea cada
vez más sostenible:
En el corazón del Colca se encuentra el distrito de Coporaque, ideal para los amantes del turismo rural comunitario. Muchas familias de la zona reciben a los visitantes en sus casas y los incluyen en sus actividades diarias como cosechar habas para el desayuno u ordeñar vacas. También organizan excursiones para montar a caballo por los alrededores, conocer las ruinas pre-incas y los baños termales.
Participar del programa te permitirá mejorar las condiciones de salud y economía de una familia al donar materiales y ayudar en la construcción de una cocina mejorada. Este tipo de cocinas necesitan menos leña y reducen en gran cantidad la emisión de humo. También podrás ser parte del ritual de preparación de la Pachamanca y conocer de primera mano las costumbres de la zona.
En esta ruta los jóvenes Asháninka te llevarán por un recorrido desde las alturas de la selva, al pie de los Andes, hasta las regiones más bajas. Aprenderás sobre su lengua mientras conoces diferentes localidades. Todos los albergues son administrados y operados por los miembros de la comunidad.
Aquí tendrás la opción de empezar el recorrido en bicicleta y visitar a tantas familias cafetaleras como quieras. Podrás vivir de cerca el día a día en las pequeñas haciendas de café y cacao en una ruta que te llevará hacia la entrada de Machu Picchu. No solo el paisaje será sorprendente, sino también las personas que conocerás en el camino.
Sin importar la ciudad que visitemos, siempre debemos llevar una actitud responsable con nosotros. Este tipo de viajes te harán comprender lo importante que es apoyar los esfuerzos locales para crecer como país.