Identidad · 01 de Ago 2017
Hoy, 1 de agosto, se celebra el Día de la Pachamama. Te invitamos a conocer cómo se celebra esta costumbre ancestral de los andes Perú.
Musuk Nolte/PromPerú/Canal IPe
La cosmovisión andina entiende que el hombre y naturaleza son complementarios y que, juntos, constituyen un todo. Es por eso que se les considera entidades vivas que tienen alma y espíritu. Según esta visión, el hombre andino no domina, sino que convive y coexiste junto con la naturaleza.
El mundo andino separa a la naturaleza en dos géneros: el masculino es el Apu y el femenino, la Pachamama. El primero protege tanto a humanos como animales y fertiliza a la segunda para que brinde los frutos necesarios para la supervivencia de las comunidades.
Una costumbre ancestral se mantiene en diversas zonas del Perú: el pago a la tierra. Esta práctica se trata de un acto de reciprocidad en el que las comunidades campesinas devuelven simbólicamente a la tierra todo lo que han sacado de ella con una ofrenda.
El pago suele realizarse en el mes de agosto porque las personas que trabajan la tierra dicen que esta es la época en la que está con sed y hambre. Por ello, no da muchos frutos y se vuelve necesario honrarla y nutrirla con los mejores regalos envueltos en el despacho como hojas de coca, alfombras de flores, maíz, metales preciosos, tejidos, cañazo, tabaco negro, dulces, conchas de mar o huayruros.
Para realizar un pago a la Pachamama, o a un Apu, es necesaria la dirección de un especialista de la espiritualidad andina, que tenga experiencia y sepa cómo invocar a los espíritus de la madre Tierra y los Apus a través de cantos y rezos.
Estos especialistas tienen tres niveles que varían según su experiencia y conocimiento.
Los Pamapamisayoq deben saber cómo hacer la ofrenda, cómo colocar la manta ceremonial, el papel en donde se envuelve la ofrenda, también llamado despacho, y escoger y ordenar las tres hojas de coca para el k‘intus. Los Altomisayoq tienen un rango considerado sacerdotal gracias a su capacidad de comunicarse con seres espirituales, hacer adivinaciones y entrenar a próximos sacerdotes. Para llegar a este nivel deben pasar por un entrenamiento llamado Karpay, en el que se consagran a un Apu. Finalmente están los Kuraq Akulleq, que tienen la capacidad de comunicarse con espíritus más elevados.
Aun así, el pago no es exclusivo del mes de agosto, pues también se practica para pedir por la prosperidad del futuro espiritual y el camino de las personas que atraviesan los Apus. En la sierra, al cruzar o recorrer nevados en Huaraz o Huancayo, es común hacer algún tipo de pago para pedirle a los Apus protección durante el camino.
Uno de los ejemplos más conocidos es el Quyllur Rit'i, que se celebra en Cusco 58 días después de Semana Santa. Este evento es un ejemplo del sincretismo entre la espiritualidad andina y la fe cristiana, ya que se rinde culto a los espíritus que viven en los Apus, pero también a Jesucristo representado en el Señor de Quyllur Rit'i. La peregrinación dura una semana, está llena de música, danzas, cantos, rezos y, sobre todo, pagos a la tierra. Una curiosidad de esta fiesta es que están prohibidas las actitudes cariñosas entre quienes participan. Por ejemplo, si decides tomar la mano de tu pareja durante la procesión, el "Pablito", figura que representa al soldado de Dios, vendrá y te golpeará con su látigo para llamar tu atención.
Si te atreves a ir a esta celebración, te advertimos que no es fácil, aunque quizá eso la haga más fascinante e irrepetible. Aun así, no es el único lugar ni momento en nuestro país en el que el pago a la tierra continúa vivo. ¿Conoces otros ejemplos?
*"El pago a la tierra: respetar a nuestra Pachamama" se publicó el 6 noviembre del 2016.