Él regresó a su comunidad en Amazonas para luchar contra la COVID-19

Jotam Valverde es el mejor ejemplo del trabajo de los facilitadores culturales en la lucha contra la COVID-19. En nuestro país, existen muchas lenguas originarias, como el quechua, el aimara y el awajún, esto genera una gran brecha de comunicación al momento de informar sobre los avances del coronavirus. 

Los facilitadores como Jotam se encargan de instruir a diferentes comunidades sobre los cuidados y la prevención que deben tener y todo esto lo hace en su lengua materna. 

“Al inicio había personas que tomaban fármacos sin recetas médicas y los combinaban con plantas medicinales. Eso producía que su salud se deteriorara, poniendo en riesgo sus vidas”, cuenta.

Pero esta no es su única función, él también se encarga de gestionar, en tiempo real, la información de los casos asintomáticos de COVID-19 en la región Amazonas. Además, realiza un importante trabajo de articulación entre las autoridades nacionales y regionales con los líderes de organizaciones indígenas.

El comienzo de un sueño

Jotam nació en una pequeña comunidad indígena amazónica llamada Palometa. Lamentablemente, él tuvo que abandonarla para terminar la primaria. Años más tarde, cumplió su meta de convertirse en un gran profesional al ser becado por Pronabec para estudiar la carrera de Análisis de Sistemas y Modelación de Bases de Datos. Después complementó su formación llevando el Programa de Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública de la PUCP.

Ahora pone en práctica todo lo que ha aprendido para salvar vidas viajando durante varias horas en peque-peque.

“Hemos logrado un acercamiento importante entre los jefes o apus de las comunidades y las brigadas de salud del Estado peruano. Nosotros intermediamos para que ellos puedan hacer su trabajo. Nos fortalece poder ganar su confianza para salvar vidas”, reflexiona Jotam, orgulloso de ser parte de esta lucha que nos une a todos.

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