Identidad · 26 de Sep 2020
Gardalia Quispe está detrás de HampiPacha, un proyecto que busca darle sostenibilidad a diferentes cultivos.
Pronabec / Canal IPe
El día que Gardalia Quispe y las agricultoras de la comunidad de Acopalca, ubicada a una hora y media de Huancayo, vieron brotar las primeras huamanpintas y borrajas, se abrazaron de alegría. Era el inicio del proyecto HampiPacha, palabra quechua que significa ‘tierra que sana’ y que busca darle salud y bienestar a muchas familias a través de las plantas medicinales.
Gardalia pensó en quechua cuando nombró al proyecto. Ella estudia la lengua de nuestros antepasados para perfeccionarla, al igual que el asháninka porque sabe que el trabajo en las comunidades no puede estar separado por el idioma: para comprender a su pueblo hay que hablar el mismo idioma y también comunicarse con el corazón.
Al inicio pensó en implementar un botiquín comunal con plantas medicinales. Para eso realizó un estudio previo en el que se evidenció que la huamanpinta y la borraja estaban desapareciendo. Este resultado la llevó a tomar la decisión de desarrollar cultivos sostenibles.
Con los conocimientos ancestrales sobre las propiedades de las flores de estas plantas ahora también se crean productos medicinales que atiendan problemas respiratorios, que son muy frecuentes en esta zona.
Pero no está sola en esta aventura, ella saca adelante a HampiPacha junto a sus compañeros Madeleyn Huachos, Zadith Delgadillo y Samuel Torres, estudiantes de sociología, ingeniería en industrias alimentarias e ingeniería forestal respectivamente.
“El proyecto HampiPacha busca cultivar plantas medicinales en peligro de extinción y brindar oportunidades laborales y económicas a las mujeres de Acopalca. Para lograrlo hicimos una alianza estratégica con la municipalidad para conseguir dos parcelas en las que nuestras 27 agricultoras ahora pueden trabajar”, explica Gardalia, que con 22 años es estudiante de enfermería y becaria del Pronabec.
HampiPacha nació desde su vocación por la enfermería comunitaria. Su principal interés es ayudar a las comunidades a prevenir enfermedades y promocionar la salud.
“Aquí en Acopalca, por ejemplo, no hay un centro de salud, hay que viajar varias horas para conseguir uno. Por eso es que las familias que viven aquí son más vulnerables”, cuenta.
Este 2020 el proyecto fue seleccionado por la incubadora de empresas de la Universidad Nacional del Centro del Perú. También se está presentando a otros concursos para recibir más apoyo: ellos y ellas quieren que HampiPacha se convierta en el líder nacional en el desarrollo de productos ecológicos en comunidades andinas.
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