Identidad · 27 de Feb 2019
RENIEC publicó “Tesoro de nombres shipibo-konibo”, un libro que promueve el uso de nombres en lenguas originarias.
Flickr / Canal IPe
Todo niño tiene derecho a tener un nombre desde su nacimiento. Esa palabra lo identificará durante toda la vida y ayudará a que desarrolle su identidad. Pensando en esto, el Registro Nacional de Identificación y Estados Civil (RENIEC), viene publicando una serie de libros que buscan preservar los nombres propios de miles de habitantes de los pueblos indígenas de nuestro país.
La institución acaba de lanzar su séptima edición, “Tesoro de nombres shipibo-konibo”, en el marco del Año Internacional de las Lenguas Indígenas. Las ediciones anteriores fueron de nombres en quechua de Apurímac (2012), awajún (2012), jaqaru (2015), matsés (2016), wampis (2017) y aimara (2018).
Existen más de 8,000 nombres en esta lengua originaria amazónica.
Estos libros no solo incluyen los significados, sino también aspectos históricos y culturales de cada pueblo. En el caso de los shipibo-konibo, se explica que es posible que un nombre originario o “verdadero”, coexista con un nombre “oficial” de origen hispano o mestizo. El primero es usado al interior de la comunidad, mientras que el segundo sirve para vincularse con el Estado y el resto de la sociedad. Así tenemos a Metsá Kabi Lucía, Soi Rama Patricia o Barin Rono Joaquín, por nombrar algunos.
Pero el trabajo de difusión no se queda en el papel. Además de la elaboración de las guías, los registradores son constantemente capacitados para saber dónde colocar cada tilde, diéresis o cualquier otro complemento gramatical que tengan los nombres. Su objetivo principal es mantener intactos los significados para fortalecer la identidad cultural de cada pueblo y combatir la discriminación.
Para saber más y tener acceso a las publicaciones en formato físico puedes acercarte a la biblioteca de la Escuela Registral del RENIEC.