​​​​​​​Por la protección de nuestra historia

Desde el imponente Qhapaq Ñan, que recorre buena parte de Sudamérica o la milenaria ciudadela de Caral, el patrimonio arqueológico del Perú es muy amplio. Su conservación nos permite conocer a nuestros antepasados, sus ritos y costumbres, además de su organización social. Por eso, los estudios y protección de estos restos son tareas esenciales que realiza el Ministerio de Cultura en todo el país.

Uno de los proyectos de conservación más recientes se viene desarrollando en Huánuco Pampa, que es parte de la red de caminos inca Qhapac Ñan. En este se trabaja específicamente la conservación del Incawasi, Casa del Inca. Los trabajos finalizados se podrán ver recién a finales del 2019.

Este proyecto se realiza gracias al “Fondo del Embajador para la Protección del patrimonio Cultural 2018” de la Embajada de Estados Unidos en el Perú.

Para Patricia Balbuena, Ministra de Cultura, es muy importante que las autoridades locales contribuyan con la protección del patrimonio arqueológico. “Con el crecimiento de la ciudad, nuestras huacas son cada vez más vulnerables. Hasta ahora no he visto ninguna propuesta en la campaña municipal sobre conservación patrimonial y cómo podemos integrar las huacas a la ciudad”, indicó Balbuena.

El Fondo del Embajador de los Estados Unidos ha contribuido en la protección y conservación de restos arqueológicos muy importantes para la cultura peruana. Algunos de ellos son el Museo de Leymebamba ; la conservación de 47 pinturas coloniales del Monasterio de Santa Catalina; la conservación de la ciudad sagrada de Caral; el registro, protección y preservación de las Líneas de Nasca; la conservación de las Trece Torres de Chankillo y la recuperación y puesta en valor de la Pirámide del Sector B de la Zona Arqueológica Mangomarca, en San Juan de Lurigancho