Literatura · 27 de Ago 2016
Conversamos con David Galliquio, el autor de Una mosca en mi nariz, libro (solo para adultos) que compila historias gráficas inéditas desde el 2003.
Canal IPe
David Galliquio (Lima) tiene más de 20 años dibujando. Su carrera comenzó a mediados de los 90 en diversos fanzines como el recordado Crash Boom Zap. Su primer libro Lito, el perro, publicado el 2009, gozó de gran recibimiento entre sus seguidores. Además, ha publicado Barrunto, una novela gráfica en colaboración con Juan José Sandoval. Con tan vasta producción uno puede creer que Galliquio solo se dedica al dibujo. Sin embargo, él en realidad trabaja en un fábrica, empleo que le da estabilidad laboral y un sueldo fijo para sostener a su familia.
Recientemente publicó Una mosca en la nariz, un libro de cómics con un estilo recargado y casi caótico —es considerado por algunos como el Robert Crumb peruano—. En este nuevo libro ha compilado algunos de sus trabajos inéditos desde el 2003. Los personajes y situaciones representados en estas historias (sin censura) muestran lo cruda que puede ser la vida en una metrópoli en expansión.
Tuvimos la oportunidad de hacerle algunas preguntas a este artista gráfico y esto fue lo que nos respondió.
Empecé a dibujar desde muy pequeño. Mis primeros referentes fueron las tiras cómicas de los periódicos y algunas revistas que tenían mis hermanos.
Quizás sea el hecho de que hacer historietas me saca de la cruda realidad en la que vivimos. También me incentiva el hecho de que le tengo mucho cariño al estar creando o inventando historias.
Mis historias expresan humor negro, amor, desamor, rabia, odio, felicidad, sexo, escenas grotescas. Según mis sentimientos. Estas se dirigen a un público juvenil - adulto.
"Mis historias no tienen ningún propósito macabro. Solo trato de sacarlas de mi cabeza, sino se acumulan y me puedo volver loco"
No trato de generar algún tipo de consciencia. Mis historias no tienen ningún propósito macabro. Solo trato de sacarlas de mi cabeza, sino se acumulan y me puedo volver loco —rie—. El propósito más honesto y sincero es el de sacarle alguna sonrisa a alguien que la está pasando mal. Claro, mis historias más crudas pueden servir también para la reflexión.
Antes, cuando no lo era, tenía las ganas de contar historias con toda la libertad posible (sin censura). Ahora que lo soy, trato de ser un poco más cuidadoso. Aunque a veces le doy con todo. No puedo reprimir mi arte.
Soy de esos tipos que están mirando al techo o en alguna esquina con la mirada perdida. Eso es porque en todo momento estoy pensando historias. Luego las anoto en un papel para no olvidarme y después trato de dibujarlas.
Anoto todo en un papel para no olvidarme y empiezo a dibujar. Después, mientras desarrollo el cómic se me van ocurriendo otras ideas que voy agregando durante el proceso.
Cuando era un chibolo de 7 u 8 años, mi vieja me llevó a ver la película El sabueso y el zorro de Walt Disney y me enamoré del zorro. Empecé a dibujar zorros por todos lados. Luego, lo que dibujaba ya no parecía un zorro, sino que más parecía un perro. Se quedó así de tanto dibujarlo en los cuadernos de mis compañeros. De pronto se me ocurrió darle vida y así fue todo. Sin querer queriendo. Ahora ese perro tiene fans. Más que yo.
Claro, he madurado. Aunque Lito, el perro, es un cómic en el cual puedo hacer y decir lo que sea y cae bien. En las historietas más personales, trato de hablar sobre más cosas. Ser más honesto y sincero (a veces).
"Me costó muchísimo hacer ese cómic, porque es muy crudo y violento"
La mayoría de los cómics que están en el libro son una especie de liberación emocional. En el que hice sobre la pedofilia quería decirle al lector que el peligro puede estar muy cerca. Quizás, no lo puedes notar, pero está ahí. Me costó muchísimo hacer ese cómic, porque es muy crudo y violento. No creo que pueda hacer otro trabajo tan crudo como este. Más que un cómic, es una denuncia en contra del maltrato infantil.
Si, un segundo libro de Lito, el perro, con muchos cómics inéditos. Cuando terminé de publicar el primer libro en el 2009 seguía dibujándolo. Aún sigo haciéndolo, así que hay mucho material para este segundo libro
Si quieres conocer más de la obra de David Galliquio, te invitamos a conocerlo a través de Una mosca en mi nariz, un libro que de seguro dejará impresionado por lo crudo de los temas que toca. Además, puedes visitar su blog, en la que encontrarás actualizaciones sobre su producción artística.