Literatura · 15 de Mayo 2019
Han pasado 56 años desde la muerte del joven poeta. Hoy, recordamos aspectos que fueron fundamentales en la formación de su carrera.
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Yo soy un río,
voy bajando por
las piedras anchas,
voy bajando por
las rocas duras,
por el sendero
dibujado por el
viento.
Así empieza “El Río”, el primer poema publicado por Javier Heraud.. Con este, Javier demostró su indudable talento para la composición literaria.
Javier Heraud fue un poeta peruano nacido en Lima en 1942 y fue Fue uno de los poetas más importantes de la generación del 60. El 15 de mayo de 1963 falleció producto de un tiroteo. Murió en Madre de Dios, en un río “entre pájaros y árboles”. En esta nota conoceremos algunos datos del poeta que creía que la vida era como un río.
Javier cursó toda su vida escolar en el colegio británico Markham College, en donde destacó en los juegos florales de poesía y literatura de su colegio. Al final de su etapa escolar fue premiado con el primer premio de literatura.
Al terminar, Javier ingresó en primer puesto a la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Además, ese mismo año fue profesor en el Instituto Industrial No. 24, donde dictó cursos de inglés y castellano. Dos años después, sería nombrado profesor de inglés en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe.
En 1962, ingresó a la Universidad Mayor de San Marcos, donde presionado por su padre, siguió estudios de Derecho. Durante ese tiempo fue también profesor de literatura en la entonces Gran Unidad Escolar Melitón Carbajal de Lince.
Sus años de estudios fueron complementados por viajes que formaron su estilo de escritura y sus pensamientos políticos. Su primer viaje fue a Moscú para el Foro Mundial de la Juventud en 1961,. Este le permitió conocer ciudades europeas como París y Madrid. En ese momento, Javier ya tenía inclinaciones por agrupaciones políticas de izquierda. A partir de ese viaje que decidió renunciar al Movimiento Social Progresista.
Tiempo después consiguió una beca para estudiar cinematografía en Cuba. Cuando llegó, La Habana estaba en plena revolución. Fue en este viaje donde conoció a Fidel Castro y decidió enrolarse en el Ejército de Liberación Nacional, una guerrilla comunista armada.
Regresó al Perú en 1963 y bajo el seudónimo de “Rodrigo Machado”, se unió a la guerra contra el orden militar de esa época. Javier y su grupo fueron descubiertos en Puerto Maldonado, y tras una discusión con la policía en donde un agente resultó muerto, decidieron huir a la selva. Ahí en medio de los árboles, y como predijo en su poema “Yo no me río de la muerte”, fue alcanzado por una bala la cual perforó su pecho y terminó con su joven vida.
La muerte de Javier Heraud no acabó con su legado. Póstumamente fue galardonado con el Primer Premio de Poesía en los Juegos Florales convocados por la Federación Universitaria de San Marcos, con su poemario “Estación Reunida”. Hoy, 56 años después de su muerte, sigue siendo uno de los poetas más importantes e influyentes del Perú y sus poemas son más leídos que nunca.