El más joven de la orquesta

Este 2018, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), uno de los elencos artísticos con más trayectoria del Perú, cumple 80 años. Para sus miembros, todos unos maestros de sus instrumentos, esto es motivo de celebración.

Al pensar en los integrantes de una Orquesta Sinfónica, probablemente viene a nuestra mente una escena con señores y señoras vestidos de forma muy elegante. Sin embargo, la sinfónica recibe a integrantes de distintas edades. Uno de los más jóvenes es Renzo Jiménez, quien con solo 19 años se ha asegurado un lugar en la fila de chelos de la prestigiosa agrupación.

Tuvimos la oportunidad de visitar uno de sus ensayos para escucharlo tocar con la orquesta y conversar sobre sus intereses y opiniones sobre la música clásica en el Perú.

¿Desde cuando eres parte de la Orquesta Sinfónica Nacional?

Hace dos años me invitó la jefa de fila de chelos, porque era mi maestra. Me comentó que faltaba gente y yo consideré que era una buena experiencia. Yo ni siquiera había terminado el colegio.

Vine una vez, no sabía si iba a volver. Ella me dijo: ‘te vamos a seguir invitando cada vez que tú puedas y se pueda’. Me invitaron un par de veces más ese año. Al siguiente me dijeron queremos que estés todo el tiempo aquí. Desde entonces estoy regularmente hace casi dos años.

¿Cómo te acercaste al chelo?

Creo que como muchos comencé tocando flauta dulce en el cole. Un profesor  tenía una pequeña orquesta me dijo: ‘¿por qué no vienes y pruebas otros instrumento? Quizás algo te gusta’. Entonces terminé decidiéndome por el chelo. Me llamó la atención, porque no es un típico violín pequeño que todos tocan. Eso fue cuando tenía 11 años.

¿Cómo es tu relación con los otros miembros de la orquesta?

Cuando llegué era muy niño para todos. Todos me veían, incluso ahora, como el chiquito. Ahora he tenido, dado que estoy cerca a todos, la oportunidad de trabajar con varios músicos de la orquesta en diferentes circunstancias y por eso creo que ahora hay un trato más de colegas. Antes era un practicante y ya.

¿Hace cuánto tiempo estudias para ser músico?

En el Conservatorio, todos pasamos por la sección escolar que son seis años. Después pasas a la sección superior que son cinco años. Por lo general nadie entra directamente a superior, porque hacerlo es como postular a la universidad. Necesitas saber algo de música y de tu instrumento para ingresar.

¿Cómo encuentras el balance entre tu instrumento y tus otros intereses?

El trabajo demanda bastante y muchas veces tienes que sacrificar salidas y actividades de ocio. Creo que uno no lo ve como sacrificio porque es parte de lo que me gusta.

¿Qué es lo que conocías de la Sinfónica antes de ser un miembro?

Creo que antes de entrar todos tenemos una perspectiva cerrada de lo que es la OSN. Ahora que trabajo con todos los colegas veo que no es así. Antes uno se imagina cosas aburridas, gente aburrida, música aburrida y esas cosas. Pero no es así. Creo que no es el estereotipo de persona que hay. Te das cuenta que...

¿Cuál es tu pieza de música favorita de interpretar?

Es muy difícil decirlo, porque hay diferentes géneros o formas, Podría decir cual es mi pieza favorita solo ara celo, para orquesta, para cuarteto de cuerdas o para otras cosas.

Pero dentro de la sinfónica ¿cuál es la que más te emociona?

Orquestalmente, las que más me gustan son las de Tchaikovsky. En general es mi compositor favorito.

¿Con qué director de orquesta te ha gustado trabajar?

Uno con los que más me ha gustado trabajar es Matteo Pagliari, un italiano que viene recurrentemente. Nunca le echamos de menos porque sabemos que siempre en alguna temporada aparece por acá.

¿Cómo ves el recibimiento de la música clásica entre los jóvenes?

Yo diría que falta mucha educación musical. Como decía antes, hay un estereotipo de lo que se toca. Eso se nota mucho cuando publicamos lo que se va a tocar, porque si la programación dice que se va a tocar Mozart o Beethoven se vende todo, pero cuando no es así, no. Creo que muchos deberían darse la oportunidad de conocer más de la música, porque a muchas personas les gustaría ser parte de un espectáculo musical.

¿Tú crees que el trabajo de la sinfónica está acercando la música al público?

Yo creo que sí, mediante los conciertos de difusión. Me parece que acercan a la gente porque muchas veces no se lo esperan ya que no es el típico teatro o escenario que distancia al público del elenco. Pero todavía hay mucho por hacer, no solo desde nuestra intención, sino que del público de darse la oportunidad.