Otros · 20 de Mar 2020
Es momento de enseñarle a los más pequeños que aunque todos somos diferentes merecemos el mismo respeto. ¡Aprende cómo aquí!
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En nuestro país la discriminación es muy común. Ya sea por raza, orientación sexual o discapacidad, lamentablemente hemos sido testigos de más de una situación.
Al tener hijos es nuestra responsabilidad no solo practicar la empatía, sino también guiarlos para que aprendan a hacer lo mismo.
En esta nota te vamos a dar algunas pautas para acercar a los chicos al concepto de discriminación de una forma sencilla.
¿Qué pasaría si todos y todas fuéramos iguales? ¿El mundo sería aburridísimo, no? Este es un gran concepto para comenzar la conversación con los chicos.
Aliéntalos a imaginar un mundo donde todo sea de un solo color o forma geométrica. Así comenzarán a valorar el hecho de que todos tenemos características que nos hacen especiales y no menos que los demás como el color de la piel, la estatura o el tamaño de la nariz.
Ellos son conscientes de las diferencias que existen entre nosotros, pero no es natural que las vean como algo negativo. Poner apodos
o utilizar palabras ofensivas para “alejar” al otro son conductas aprendidas.
Explícales que este tipo de actitudes se llaman discriminación y que hieren los sentimientos de la persona que las recibe.
Como mamá o papá deberás identificar y corregir tus propias acciones discriminatorias y prejuiciosas. Si quieres que tus hijos no discriminen, debes acostumbrarlos a ver conductas positivas. El ejemplo dice más que cualquier otra cosa.
Estas primeras conversaciones sentarán las bases para que los chicos acepten y respeten las diferencias y similitudes de otras personas.
No las dejas pasar, estos son conceptos que no deberían aprender solos.
Recuerda: a medida que vayan creciendo, las preguntas se volverán más complejas. ¡Así que prepárate! Pero no te asustes, serán grandes oportunidades para descubrir lo que van entendiendo.