Otros · 14 de Ago 2019
La organización Pintando Sonrisas visita asilos y comedores de adultos mayores y les devuelve la alegría a través de juegos y otras actividades.
Difusión
Pintando sonrisas es una organización que busca brindar calidad de vida a los adultos mayores en situación de vulnerabilidad. Para ello trabajan en cinco instituciones, entre asilos y comedores de Lima, donde realizan actividades que potencian las habilidades cognitivas, sociales y emocionales del adulto mayor.
«Realizamos talleres lúdicos y cognitivos, donde potenciamos la memoria, la habilidad numérica, la habilidad verbal. También hacemos trabajo físico, porque se tratan de talleres de 3 horas, necesitan despejarse cada cierto tiempo», explica Isabel Rengifo, fundadora del proyecto.
Esta iniciativa estuvo en la mente de Isabel desde que tenía 7 años, cuando empezó a hacer voluntariado. « Yo vivía con una tía con discapacidad y siempre la acompañaba a una casa donde había muchas personas como ella, ahí es donde me di cuenta que tenía una conexión especial con las personas mayores», comenta.
Desde ese momento soñó con tener un espacio para recibir adultos mayores de bajos recursos y poder cuidarlos y atenderlos. Y hace 7 años, después de pasar por diferentes voluntariados vio un reportaje a un asilo que la hizo recordar sus sueños. Fue así como decidió crear Pintando Sonrisas.
Empezó con su mamá y su novio, incluso había visitas donde solo iban los 3. Fue en el 2016 donde el equipo creció, Isabel se convirtió en mamá y se dio cuenta que necesitaría apoyo para seguir adelante con Pintando Sonrisas. Con algunos voluntarios que tenía el proyecto en ese entonces, empezó el staff e Isabel pudo delegar funciones, ahora ella se dedica a la parte estratégica del proyecto.
«Uno de los mayores cambios que vemos es la seguridad que adquieren. Están super motivados, los hacemos sentir bien, hacemos que ellos confíen en sí mismos, sus capacidades y en lo que pueden lograr», resalta Isabel.
Entre los diferentes programas que realizan, se encuentra el de voluntariado corporativo. «La idea es poder hacer conocer a los trabajadores cómo se trabaja con el adulto mayor, hacer actividades recreativas que les permita generar un vínculo; y además puedan desarrollar sus habilidades blandas», comenta Isabel.
Hasta el momento, el proyecto ha beneficiado a más de 1200 adultos mayores, y más de 700 voluntarios. «Hemos pintado más de 4000 sonrisas», nos cuenta Isabel. A futuro ella espera aumentar la cantidad de asilos y comedores con los que trabaja, ya que quisieran poder llegar a otras ciudades. Además quisieran poder formar más voluntarios que trabajen con adultos mayores.
Para Isabel este tipo de iniciativas son importantes porque conectan a las personas con poblaciones vulnerables. Esto hace que exista una sensibilización respecto a esta población y podamos reconocer su potencial.
Si quieres conocer más del trabajo de Pintando Sonrisas, puedes visitar su sitio web y conocer más de sus actividades. Además puedes unirte a su equipo de voluntarios.