¿Pies olorosos? No solo es culpa de los zapatos

Al terminar un día lleno de actividad ¿no has sentido un olor extraño que proviene de sus zapatos o zapatillas ? Si la respuesta es sí, déjanos decirte que ese mal olor también está en los pies y es exactamente en ellos donde se origina. Pero no toda la culpa es de los pobres pies, sino que es una bacteria la que causa ese mal olor.

El mal olor en los pies lo causan unas bacterias llamadas Kyetococcus sedentarius. Estas habitan la superficie de la piel y al estar en contacto con el sudor y células de piel muerta, de las cuales se alimentan, las descomponen. De esta descomposición surgen ácidos orgánicos que generan ese mal olor que muchas veces sentimos.

¿Qué hacer para combatir el mal olor de pies ?

En primer lugar, hay que recalcar que esto que le sucede a todos los pies y no es algo malo, pero sabemos que puede ser incómodo. Si lo consideras, hay medidas que pueden atenuar esos olores y hacer que pasen desapercibidos.

Dile adiós a la humedad

A estas bacterias les encanta la humedad. Así que debes procurar que tus pies sean ambientes secos. Si sientes que tus medias están mojadas, cambialas por unas limpias y secas. 

En el caso de los zapatos, zapatillas y cualquier calzado que utilicemos, es recomendable no usar el mismo todos los días. Ya que la humedad generada por nuestro sudor puede estar en nuestro calzado. 

¡Higiene ante todo!

Así como cuidas la higiene de las demás partes de tu cuerpo, es importante cuidar la de tus pies. Recuerda hacerlo de manera frecuente.

¡Lava tus zapatillas!

Algunos zapatos, zapatillas y más tipos de calzado son lavables, si contamos con ellos, es necesario lavarlos para lograr que ese mal olor se vaya. Eso sí, para utilizarlos luego del lavado debemos asegurarnos de que estén totalmente secos.

Pies libres

Cuando los pies están encerrados por largas horas en un ambiente húmedo es probable que se llenen de mal olor. Aprovecha este tiempo en casa para dejar que puedan ventilarse de rato en rato. 

Como puedes ver, el sudor y las bacterias no son una buena combinación. El sudor no solo se genera por caminar mucho, hacer algún deporte, bailar o simplemente usar a diario el mismo zapato. El incremento de la sudoración también puede ser a causa de cambios hormonales, estrés o incluso la alimentación. 

Puedes consultar con un especialista cómo lidiar con estas causas, pero también es importante tomar en cuenta las recomendaciones anteriores, ya que solo dependen de nosotros.