Aprendiendo de lo nuestro

A este punto todos estamos al tanto de los beneficios que la música tiene en los chicos. Ahora imagínalos tocando instrumentos milenarios, aquellos que nuestros antepasados tocaron hace miles de años atrás.

Es aquí donde entra “Antarita”, el proyecto creado por el músico Carlos Carty que busca revalorizar las flautas de pan, expandir su enseñanza en todos los colegios del Perú y así ponerlas en contacto con los chicos para que esta tradición perdure por mucho más tiempo.

Las flautas de pan son un conjunto de instrumentos de viento conformados por una serie de tubos cerrados por un lado y abiertos por el otro. Existen varios tipos, pero aquellos que nos son más cercanos son la zampoña y la antara.

“Queremos difundir nuestras flautas de pan en las escuelas de forma lúdica, creativa, modernizando tanto el instrumento como su metodología”, nos explica Carlos.

Una enseñanza diferente

La idea de “Antarita” parte de la pasión de Carlos por estos instrumentos y su experiencia brindando talleres en Brasil y Canadá. Según lo vivido, nos dice que cuanto más temprano se inicie un niño en la música, será muchísimo mejor.

Para poder llegar a ese punto, tanto él como su equipo vienen rediseñando las flautas de pan para que puedan adaptarse a cada grupo de edad.

Para las antaritas, por ejemplo, ellos elaboran un juego de 12 tubos de colores hechos de bambú, los cuales se pueden armar y desarmar para un mejor aprendizaje. De esta forma, los chicos pueden ir aumentando progresivamente la cantidad de tubos, cambiarlas de lugar, configurar diferentes escalas y tocar diversos ritmos musicales. La misma idea se aplica a la zampoña, con la única diferencia que los tubos se forman en dos hileras sobrepuestas.

“La metodología es más colaborativa que lineal. A partir de algunas hipótesis vamos aplicando y analizando donde tenemos que mejorar, adaptar. Debemos co-crear con los profesores, saber sus preferencia de repertorio entre otros datos”, aclara Carlos.

Pero eso no es todo. El plan de “Antarita” también es capacitar a los profesores de cada escuela, proponer la enseñanza de música y decirles que este tipo de herramientas puede ayudarlos a complementar sus clases.

Aunque el proyecto aún está empezando, él aspira a que los niños “amen su antarita tanto como a su celular”. ¡Los sueños siempre son lo último que se pierde!

Más información

Si deseas que "Antarita" llegue a tu colegio, solo llena un formulario y ponte en contacto con ellos aquí.