Padres · 26 de Jul 2017
Conoce más sobre el trabajo de “Aprendamos Juntos” y el problema de aprendizaje en los niños del país.
Aprendamos Juntos
Ana está en segundo grado de primaria y sobre sus colores, lápices, cuadernos y demás útiles escolares tiene etiquetas con su nombre. El problema, es que unos solo tienen escrita la palabra “Na”, la forma en la que Ana cree que se escribe su nombre.
Casos como el de Ana hay muchos. La raíz está en la llamada conciencia fonológica, es decir, la capacidad que conecta el sonido de las letras con sus respectivas formas gráficas. Su adecuado desarrollo es lo que permite que los niños reconozcan, identifiquen y manipulen estos sonidos para componer palabras y, por ende, la base para leer y escribir.
Buscar solución a esta dificultad no es sencillo. Es por eso que existen organizaciones como “Aprendamos Juntos” que han tomado este problema como su principal misión en varios colegios de Lima en situación vulnerable.
“En las escuelas trabajamos con 3 ejes que consideramos fundamentales para un aprendizaje exitoso: los chicos, padres y docentes. Con los niños trabajamos una intervención psicopedagógica a través de sesiones, a los maestros los empoderamos con pautas para que puedan aplicarlas en aula y a los padres de familia les damos herramientas que pueden replicar en casa”, nos dice Ana Marcela Suclla, directora ejecutiva de la Fundación Custer, grupo encargado de manejar el proyecto.
Al llegar a una escuela, el equipo de “Aprendamos Juntos” realiza una evaluación en salones de primer y segundo grado de primaria para detectar a los niños con problemas de aprendizaje. Los seleccionados empiezan a tomar clases personalizadas con psicólogos especializados de la organización por un periodo de 2 años; pasado este tiempo, los niños son reincorporados al tercer grado con los procesos ya aprendidos y al mismo nivel que sus demás compañeros.
“De manera transversal, potenciamos la autoestima. Consideramos que un niño que lee, que puede escribir su nombre, es un niño feliz (…) Muchos padres se acercan y nos agradecen por lo que hacemos con sus hijos, ya que muchas veces no tienen los recursos para enviarlo a un psicólogo”, destaca Ana Marcela.
A través de juegos y una metodología adecuada, más niños y niñas son capaces de procesar los contenidos que aprenden en el aula día a día. El trabajo que realiza esta organización nos recuerda una cuestión importante: prestarle atención a cada detalle de la educación de nuestros chicos e identificar los problemas que les impida tener el desempeño que esperamos.
Recordemos que una educación exitosa no solo ayudará a formar mejores profesionales en un futuro, sino también personas que puedan cambiar el panorama de nuestra sociedad.