Padres · 11 de Abr 2018

Ayacucho sale a jugar

Las ludotecas se instalan en los parques ayacuchanos para alegrar a niños y niñas.

Laboratorio Kintu

Todos los domingos la plazoleta San Juan Bautista de la ciudad de Ayacucho recibe a niñas y niños que van para una cosa: jugar. Por un lapso de dos horas convierten el espacio en suyo para realizar una de sus actividades favoritas y que, por derecho, les pertenece.

Detrás de esta iniciativa está Laboratorio Kintu, un grupo dedicado a la creación escénica y gestión cultural que se ha unido a una red de ludotecas para recuperar espacios al aire libre donde los chicos puedan explorar y expresarse libremente.

“Se ha observado el abandono de la práctica del juego en la calle, se ha convertido en una actividad más individualista y, desde hace unos años, ha sido relevada por los juegos o juguetes tecnológicos —cuenta Kintu—. Se ha visto que los niños aprenden a través de la práctica y por eso creemos que proporcionar un espacio de juego seguro y libre puede incentivar su desarrollo”.

La iniciativa ha sido bien recibida por los vecinos de la zona y ahora son ellos los que se han comprometido con la causa, donando algunos juguetes o facilitando sombrillas para proteger a los chicos de la lluvia o el sol. El equipo de Laboratorio Kintu cree que esta actividad no solo revitaliza la vida de los barrios y comunidades, sino que también genera una memoria colectiva al invitar a los adultos a recordar los juegos de su infancia y así transmitirlos a futuras generaciones.

Una red que suma

Las ludotecas son un proyecto creado por la Fundación Educación y Desarrollo que trabaja desde hace varios años en países como Chile, México, Perú y España. En nuestro país crearon una Red de Ludotecas en Piura y ahora lo hacen en Ayacucho de la mano de Kintu y otras ludotecas más.

“La forma cómo se planteó es hacer la ludoteca de manera itinerante, gestionando previamente con algunos barrios para luego desarrollarlas en esas zonas los domingos por la tarde, desde las 4:00 a 6:00 pm”, aclaran los organizadores de Kintu.

Juego mágico

De acuerdo a Kintu, las ludotecas son importantes porque promueven la exploración del ambiente que rodea al niño o niña, facilitan la interacción con su entorno, les permite aprender y ensayar algunos roles que les serán necesarios en su vida adulta.

“El juego es una vía de expresión intelectual y emocional, un lugar donde se establecen las reglas y valores sociales, de encuentro y comunicación donde se desarrollan habilidades sociales – comenta el grupo –. El juego incentiva el movimiento, los ayuda en su psicomotricidad y el cuidado del cuerpo, incentivando así la salud de los más pequeños”.

Kintu planea mantener esta dinámica e ir a más barrios, plazas, parques o lozas deportivas para que cada vez haya más espacios de juego. También buscan reclutar voluntarios que participen en los juegos y la gestión para su realización. La Fundación por su parte, espera ampliar su impacto a otras zonas del país como la selva.

¡Prepara tus domingos en la tarde, Ayacucho, y ven a jugar!