Padres · 03 de Sep 2018
Celebramos la Semana de la Educación Vial con una serie de recomendaciones para compartir con los chicos.
Canal IPe
Tomar la mano de los chicos al caminar por la calle es un instinto que se da casi por naturaleza. Saber que los tenemos cerca para evitar cualquier accidente, nos da un gran alivio cuando decidimos ir a comprar o realizar un paseo. Sin embargo, todos sabemos que estas épocas tienen su final y que, inevitablemente, llegará el día en el que saldrán por su propia cuenta.
Es por eso que cada primera semana de setiembre se celebra la Semana de la Educación Vial, en la cual se resalta la importancia del respeto hacia las normas de tránsito y la prevención de accidentes desde las escuelas de los chicos.
Sumándonos a esta iniciativa a nivel nacional, Chicos IPe elaboró una serie de recomendaciones para tomar en cuenta en cada una de las salidas que tengamos con los chicos.
Hay que explicarles que ubicados en el centro, siempre estarán más seguros que a los bordes. A un lado pueden chocar, por ejemplo, con puertas de estacionamiento y, por el otro, con autos que estén muy pegados al límite de la vereda.
Siempre debemos recordarles que la vereda es el sitio seguro para esperar el cambio de luz o cruzar alguna avenida. Indiquemos a los chicos que, antes de cruzar, también tienen que esperar a que todos los carros se hayan detenido.
Nosotros podemos estar en el sentido correcto de la calle, pero muchas veces los autos pueden invadirla en el sentido contrario. Digámosles que siempre debemos mirar a la derecha y a la izquierda, aun sabiendo que esta tiene ya una orientación determinada.
Incentivémoslos a usar las populares “cebras” en cada calle ya que cruzar avenidas o calles a la mitad puede provocarles un accidente.
Incentivarles respeto por las señales de las calles y la autoridad es un consejo que no solo les servirá de chicos, sino también cuando crezcan. Tomémonos un tiempo para explicarles que la policía está ahí para ayudarnos con el tráfico y que las señales están para cumplirse.
Hasta que no sean lo suficientemente grandes y responsables, debemos decirles que siempre tienen que ir de nuestra mano. Eso nos permite reaccionar mucho más rápido ante cualquier eventualidad.
¡Recordemos siempre educar con el ejemplo!