Padres · 17 de Abr 2020
La especialista del Minedu, Ysabel Rosales, nos da algunos consejos para dosificar el tiempo que los chicos pasan conectados.
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Con la situación que estamos viviendo, es común que los chicos se refugien en las pantallas para no aburrirse. Pero que pasen literalmente todo el día pegados al celular o a la computadora no es bueno para su salud. La especialista del Minedu, Ysabel Rosales, nos da algunos consejos para aprender a regular el tiempo que nuestros hijos pasan conectados a internet.
La prohibición solo generará problemas de confianza y motivará que entren a escondidas. Ayúdalos a que aprendan a autorregularse y darse cuenta cuando están pasando demasiado tiempo en internet.
Busquen actividades en internet para hacer en familia como juegos de mesa en línea, así podrás mantener un control sin invadir su privacidad. Además, es una buena idea que los acompañes, aunque sea un rato, cuando estén llevando clases en línea.
Recuérdales que internet está lleno de información falsa. Ahora cualquier persona puede crear contenido y difundirlo. Por eso es importante que puedan discriminar qué es confiable y qué no lo es.
Una idea es que juntos hagan una lista de medios confiables para que tengan una guía y eviten compartir entre sus amigos las famosas fake news. Además, es importante que les enseñes a limitar la información que muestran por seguridad. ¡Nunca se sabe quién está detrás de la otra pantalla!
¡Hay tiempo para todo! Organicen un horario que incluya diferentes actividades como tender la cama, ver televisión, hacer ejercicio, conversar en familia, ver videos en YouTube o grabar TikToks.
La idea es que encuentren un balance. Así te será más fácil dosificar su tiempo de conexión (y también el tuyo). No se olviden de incluir la lectura dentro de la rutina semanal. Leer no solo nos ayuda a informarnos, sino también a desarrollar el pensamiento crítico, la creatividad y la imaginación.
Recuerda que ellos aprenden por imitación y si les pides que dejen el celular un rato, pero tú no lo haces, será muy difícil que te hagan caso. ¡Seamos un buen ejemplo para nuestros hijos!