Padres · 05 de Abr 2020
En días como estos es recomendable evitar salir a comprar con frecuencia. Por eso tenemos algunas recomendaciones para que tus alimentos duren más tiempo.
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Ir a comprar los alimentos en estos días es una odisea, tanto por la dificultad para llegar a los centros de abastos como por el peligro que representa salir de casa y exponernos al posible contagio del COVID-19. Es por eso que la frecuencia con la que debemos salir a comprar debe ser organizada. Sin embargo, algunos alimentos pueden tener poco tiempo de vida y nos vemos en la necesidad de salir a conseguir otros. Por eso, es necesario aplicar ciertas medidas para que duren más tiempo de lo usual y no se echen a perder.
Una de las formas de conservar los alimentos es congelarlos. Pero no tal y como los compramos en los centros de abastos. Deben congelarse de una manera en la que las propiedades de los alimentos puedan mantenerse, así como su estructura.
Lo primero que debes hacer con estos alimentos es lavarlos. Una vez limpios, debes cortar las partes que no son comestibles y cortar el resto en trozos.
Luego viene el proceso de “escaldado”. Pero ¿qué es eso? Escaldar los alimentos es poner los trozos en agua hirviendo entre dos a tres minutos según el vegetal u hortaliza, e inmediatamente sumergirla en agua fría para cortar la cocción. Al realizar este proceso dejaremos de activar unas enzimas que alteran el color, olor y sabor de los alimentos.
Luego es necesario dejarlas secar, ya que no se deben guardar húmedas, ya que al ser congeladas se pueden “quemar”.
Aunque es algo que siempre tomamos en cuenta, no está demás recordar que los alimentos deben estar en buen estado. Un alimento con abolladuras o que no esté muy fresco, no va a tener la misma duración que uno que sí lo esté.
Esta es la forma ideal de envasado, que consiste en eliminar el oxígeno de los recipientes donde vamos a guardar nuestros alimentos a congelar. Esto es necesario debido a que el oxígeno va a oxidar los alimentos.
Es importante que los envases estén bien sellados. La bolsas herméticas
son una buena opción. También puedes almacenar tus alimentos en tarros herméticos.
No todos los alimentos son candidatos para entrar en el congelador, ya que en algunos casos se puede alterar su textura. No se deben congelar por ejemplo, alimentos que contengan mucha agua, como el pepinillo, lechuga o apio.
Tampoco es recomendable congelar lácteos, aderezos, tubérculos o frutas cítricas.
Al descongelar los alimentos rompemos con la cadena de frío y esto puede ocasionar que se formen microorganismos. Para no repetir este proceso y dañar los alimentos, puedes congelarlos en porciones, así descongelas la que necesitas cocinar solo una vez, sin afectar lo demás.
Ahora que sabes cómo mantener conservados los alimentos por más tiempo, evita por todos los medios salir a realizar las comprar con frecuencia. Salir implica un riesgo de contagio alto de COVID-19. Evitemos enfermarnos y, por supuesto, a los que más queremos.