Consejos para hacer frente a un ataque de pánico infantil

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres de cada diez personas en todo el mundo sufren ataques de pánico. Los chicos no están fuera de esta estadística. De hecho, alrededor del 20% de la población infantil experimenta en algún momento este tipo de crisis.

La psicóloga Úrsula Perona nos da algunas recomendaciones para lidiar con este problema.

Primero debemos comprobar si se trata de un ataque de pánico, que es descrito como un episodio de miedo extremo, repentino y emocional. Aunque no es común en la infancia, puede aparecer como un hecho aislado. 

Los síntomas característicos son taquicardia, sensación de asfixia, sudoración, mareos, náuseas, escalofríos por todo el cuerpo y rigidez muscular.

Algunas cosas que pueden acelerar este tipo de ataques son las fobias específicas. El miedo a la oscuridad o a espacios pequeños o el terror de separarse de algún miembro de su familia pueden ser algunas de ellas. 

¿Cómo podemos ayudarlos?

Controlando su respiración. Como primer paso, es importante que guíes a tu hijo para que controle su respiración. Míralo a los ojos transmitiendo seguridad y ayúdalo a inhalar y exhalar de manera pausada. Puede parecer que no nos hace caso al principio, por eso es importante que mantengamos la calma para darle confianza.

Con abrazos de contención. Si el ataque sigue puedes utilizar “abrazos de contención”. Prueba abrazándolo fuerte cubriendo su cuerpo por completo, dándole a entender que estás ahí para él.

Buscando ayuda profesional. Si a pesar de todos tus esfuerzos, nada funciona, puedes consultar con un psicólogo. Él entrenará al niño en técnicas de relajación y trabajará con los pensamientos que detonan sus miedos. También se ocupará de enseñarle a toda la familia qué es la ansiedad, cómo funciona y las mejores formas de convivir con ella. 

¡Debemos estar atentos a estas señales! Debes saber que este problema puede volverse crónico si no los chicos reciben el apoyo adecuado.