¿Debo quedarme en una relación tóxica por el bien de mis hijos?

El divorcio es un proceso de separación muy doloroso, eso lo sabemos. Pero muchas veces es mejor separarse que seguir en una relación que te perjudica emocionalmente, sobre todo si tienes hijos. 

Para reconocer si vives en una relación tóxica es importante que identifiques algunas señales de alerta como las faltas de respeto, los celos injustificados y la violencia física o psicológica.

La psicóloga infantil, Úrsula Perona, menciona que vivir dentro un matrimonio tóxico puede tener consecuencias negativas para los chicos. Muchas más incluso que tener papás divorciados. Estas son algunas de ellas:

Serán más vulnerables a sufrir de ansiedad y otros trastornos. Al crecer en un ambiente familiar tóxico será más sencillo que interpreten situaciones normales como amenazas. Esto puede generar que tengan ataques de pánico, pesadillas o pierdan el control rápidamente.

No sabrán gestionar sus emociones. Es muy probable que quieran evitar las emociones negativas y que para eso desarrollen hábitos que son poco saludables. Como por ejemplo jugar videojuegos en exceso o comer mucho para llenar un vacío.

“Según el MIMP la violencia familiar afecta al 63% de mujeres de nuestro país”

Aprenderán malos hábitos. Los niños absorben lo que ven y escuchan como esponjas. Si son testigos de agresiones verbales o de escenas como irse sin terminar una discusión, hay un riesgo de que repitan estos patrones en sus futuras relaciones si no aprenden que son incorrectos. 

Les costará superar su infancia dolorosa. Tal vez no lo sepas, pero todos arrastramos a la adultez los problemas que no pudimos resolver en la infancia. Los chicos que crecen en un matrimonio tóxico corren el peligro de desarrollar sentimientos de culpa, inseguridad, rechazo y baja autoestima.

Ojo: una separación significará un futuro más feliz y estable para los chicos siempre y cuando se maneje de manera sana y madura. 

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