Padres · 16 de Mayo 2017
Hacer que los chicos se relacionen correctamente con su entorno, puede empezar en casa.
Canal IPe
Además del conocimiento que los chicos adquieren a diario en el colegio, existe otro grupo de aptitudes que pueden desarrollarse en casa y que los ayudará a ser mejores personas: las llamadas habilidades blandas.
El trabajo en equipo, la creatividad, empatía, buena comunicación, adaptación al cambio, sociabilidad, autoestima y el manejo de situaciones adversas, son solo algunas de las habilidades blandas que se desarrollan a lo largo de los años para poder relacionarnos con los demás y nuestro entorno en general. El efecto que tienen sobre la vida de los chicos es tan importante que pueden llegar a influenciar en su desempeño escolar y las relaciones sociales con sus compañeros de clase.
Entonces, ¿pueden inculcarse desde casa? ¿Qué debemos hacer y cuál es el rol que se debe cumplir? En Chicos IPe conversamos con Delia Lara, psicóloga infantil y especialista en terapia familiar, para aclarar las dudas sobre el tema.
La participación es primordial ya que ellos son las primeras personas con la que los niños se relacionan desde que nacen. Por ello es importante que aprendamos a conocer a nuestros chicos, darnos cuenta de sus fortalezas y de aquello que se debe mejorar. Debemos de cuidar a no exponerlos ni caer en comparaciones con otros niños. Hay que recordar que ellos son nuestro bien más preciado y que todo va de acuerdo a su edad. El cómo actuemos tendrá un impacto directo sobre ellos.
Aquí recomiendo algunas cosas que se pueden hacer desde casa:
Contarle cuentos donde se presenten situaciones y se pida su opinión. De esta forma podemos desarrollar su creatividad.
Darle obligaciones según la edad para que genere un aprendizaje de responsabilidades y trabajo en conjunto.
No caer en el constante “no lo hagas”. Podríamos brindarle alternativas para que pueda elegir entre otras opciones.
Se pueden trabajar juegos de dramatización (role playing) para tratar temas desde la experiencia propia.
Se dan a lo largo de la vida. Por ejemplo, cuando el niño quiere que su mamá le dé leche, probablemente utilizará distintos recursos para hacerse entender: desde señalar y llorar o hacer sonidos. Dependerá del adulto que estas respuestas vayan evolucionando, mostrándole opciones para que se puedan expresar.
Asimismo, Delia también nos contó que una de las mejores formas de desarrollar estas habilidades son el arte y el juego.
¿Se te ocurre alguna otra forma? ¡Cuéntanos!