Padres · 01 de Dic 2020
Los ejercicios potencian su capacidad de concentración y los ayuda a ser más sociables.
Andina
En casa, en el parque, después de clase o durante el fin de semana, hacer deportes produce múltiples beneficios positivos en niños y niñas. Desde estar bien de salud hasta el desarrollo personal y social. Y es que la inactividad física se ha convertido en uno de los principales factores de mortalidad a nivel mundial.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 81% de niños y adolescentes en edad escolar no se ejercitan, por lo que tienden a sufrir de obesidad, diabetes, entre enfermedades crónicas o al corazón. Por eso, en esta nota de Chicos IPe te contamos por qué los pequeños deben de ponerse a entrenar.
Diversos estudios afirman que practicar algún deporte ayuda a mejorar el rendimiento académico. La actividad física es una buena herramienta para potenciar y aumentar la capacidad de concentración y memoria en los menores.
Contribuye a que nuestros hijos sean más sociales. Ejercitarse en grupo, les permite conocer a niños de su edad y superar la timidez. Con el tiempo, hará que el pequeño sea más colaborador con los demás y menos individual.
Otra de las ventajas, es que los ayuda a sentirse sanos y vitales. Tener una rutina de entrenamiento facilita el buen funcionamiento de los órganos del cuerpo. Se ejercita el corazón, los pulmones, el sistema óseo y sanguíneo.
Aunque no parezca, los chicos también se estresan. Por eso, practicar alguna disciplina los hace liberar tensiones y divertirse al mismo tiempo. Así canalizan su energía y producen endorfinas. La famosa sustancia conocida como la hormona de la felicidad, necesaria para tener un buen estado de ánimo.
Al hacer ejercicios, los niños mejoran su autoestima y aprenden valores como el respeto por el prójimo, la puntualidad y la igualdad. Además, los impulsa a conseguir objetivos en la vida, a hacer sacrificios y esforzarse para conseguirlos.
Para acercar a nuestros hijos a la actividad física lo ideal es que ellos escojan el deporte o tipo de ejercicio que quieren hacer. Están desde lo aeróbicos, fútbol, tenis, atletismo, gimnasia, natación, danzas o hasta una simple caminata. Lo importante es que se ponga en movimiento. Se recomienda que entrenen en sesiones diarias o interdiarias de máximo 60 minutos.
Antes de que los niños empiecen con cualquier práctica deportiva te recomendamos visitar al médico para que evalúe la condición física del menor. Si el pequeño hace algún deporte de manera competitiva, complementa su entrenamiento con un nutricionista. Recuerda que las rutinas deben de comenzar de forma moderada para luego intensificarse poco a poco de acuerdo a su fuerza física.
Sin duda el deporte en la infancia los ayuda a gozar de una buena salud, pero también produce muchos beneficios en su desarrollo emocional. Con una buena alimentación y la rutina adecuada, verás pronto el cambio positivo en tus pequeños. ¡Dile no al sedentarismo!