Padres · 08 de Mar 2019
Conoce a las brigadas de mujeres, una iniciativa que busca empoderar a jóvenes líderes en la lucha por la igualdad de género.
Centro Teresa de Jesús / IPe
Hoy es el Día de la Mujer y en Chicos IPe queremos conmemorarlo haciendo visible un proyecto que busca revolucionar San Juan de Lurigancho: las brigadas de mujeres adolescentes por la igualdad de género.
Esta iniciativa nació gracias al Centro Teresa de Jesús, una institución que ayuda a personas que viven violencia familiar, en apoyo con la Embajada de Canadá.
“Trabajamos con la población desde hace casi quince años y en ese camino nos dimos cuenta de la necesidad de hacer un programa para adolescentes mujeres. Desde hace un tiempo ya veníamos desarrollando en colegios una iniciativa llamada “enamoramiento sin violencia”. La violencia asolapada que se da en las relaciones jóvenes es muy común. Ahora en noviembre creamos las brigadas de mujeres porque queremos que las chicas sean las protagonistas de sus vidas y que tengan una actitud crítica”, cuenta Vanessa de la Cruz, coordinadora general de la iniciativa.
Este programa piloto se ha implementado en cinco colegios de la zona: Nicolás Copérnico, Próceres de la Independencia, La Libertad, Ricardo Palma e Inca Manco Cápac. Las participantes tienen entre 13 y 16 años y son elegidas por sus compañeros y profesores por sus capacidades de liderazgo.
“A pesar de nuestra corta edad tenemos mucho que decir sobre la situación que viven las mujeres en el Perú y merecemos ser escuchadas”.
Jessica tiene 15 años y estudia en el colegio Nicolás Copérnico. Ella cuenta que desde el inicio tuvo muchas expectativas sobre el proyecto. “Entré a la brigada en un momento de gran indignación sobre el machismo que está creciendo en el país. Mi principal motivación es saber que como mujeres jóvenes tenemos el poder para cambiar lo que está pasando. Estamos cansadas de sentirnos vulnerables al caminar por la calle. Además, todo el tiempo la sociedad nos está diciendo qué es mejor para nosotras y qué es mejor para los hombres, queremos generar igualdad”, dice.
Ella, junto a las adolescentes de los otros colegios que pertenecen al proyecto, tuvo la oportunidad de participar, además de en charlas de igualdad de género, en talleres de teatro y oratoria. “Para empoderarnos también fue importante que aprendiéramos a desenvolvernos. Al inicio algunas de las chicas eran un poco tímidas, pero con el tiempo fueron agarrando confianza para decir lo que pensaban”, cuenta.
También fue importante para Jessica aprender sobre el autoestima y el amor propio. “Nos explicaron que antes de querer a otra persona debemos aprender a querernos a nosotras mismas. En una relación los hombres no son los que mandan y las mujeres tampoco, tiene que haber un equilibrio y la libertad para que los dos tomen las decisiones. Podemos tener virtudes y también defectos, pero debemos intentar mejorarlos y no permitir que alguien nos exija cambiar de forma violenta”, explica.
Para sus papás fue difícil aceptar estos conceptos en casa, pero poco a poco fueron entendiendo su importancia. “Fue duro hacerles entender. Ellos fueron criados con una mentalidad cerrada, les enseñaron que los hombres trabajan y las mujeres se dedican a la casa. Pero ahora saben que es importante que yo sepa cuál es mi valor y mi lugar en el mundo”, dice.
Jazmín es del colegio Próceres de la Independencia y tiene 14 años. Ella cuenta que unas de las cosas que más le ha gustado de la experiencia ha sido ser parte de la organización de la feria “¿Y la igualdad pa' cuando?”, entre juegos, conversatorios, números teatreales y de baile, en esta primera edición que celebraron el 24 de febrero, ellas mostraron el trabajo que vienen realizando. También estuvieron presentes organizaciones como Inppares, la Demuna y el Centro de Emergencia Mujer.
“Recuerdo que en el evento una señora se me acercó a contarme que sufría de violencia familiar y preguntó si yo podía ayudarla. Sentí mucha felicidad de saber que sí podía, porque había aprendido cómo. Ahora tengo las herramientas”, cuenta.
Este año el grupo planea empezar a dar charlas motivacionales a sus compañeras de primero de secundaria y organizar proyectos dinámicos que no solo involucren a las mujeres sino también a los hombres, porque son conscientes de que este cambio es tarea de todos.