Padres · 29 de Mayo 2018
En esta nota te explicamos algunos mitos alrededor de las vacunas.
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Son el temor de todos los chicos, pero necesarias si queremos que disfruten de un buen estado de salud. Mediante la inyección de pequeñas dosis de virus destruidos o debilitados, las vacunas ayudan al organismo a producir anticuerpos para combatir directamente varias enfermedades que pueden perjudicarlos y así generar una inmunidad hacia ellas.
Sin embargo, a pesar de sus grandes beneficios, su aplicación aún sigue estando en tela de juicio. Incluso existen movimientos antivacunas motivados, en parte, por un estudio fraudulento del médico británico Andrew Wakefield publicado en 1998, el cual afirmaba que la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubeola) producía autismo en los niños.
En Chicos IPe te explicamos un poco más sobre las ideas que giran alrededor de esta importante acción.
Sí, lo son. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las vacunas son sometidas a rigurosas pruebas y constantes actualizaciones de información para detectar algún efecto adverso. La mayoría de reacciones a las vacunas suelen ser leves y temporales, pero mucho más manejables que contraer una peligrosa enfermedad con consecuencias fatales.
El Ministerio de Salud (Minsa) dispone de un Esquema Nacional de Vacunación para niños menores de cinco años. Es importante mantenerlas al día para garantizar su protección e ir construyendo sus defensas gradualmente. Recordemos que son aplicadas en todos los establecimientos de salud sin costo adicional.
En el 2001 el Perú se declaró libre de la transmisión del sarampión y este año se registraron casos en regiones como Lima y Puno, lo que elevó la alerta de una posible emergencia sanitaria. Recordemos que si bien en nuestro país una enfermedad puede estar erradicada, en otros no y es fácil que los agentes infecciosos crucen fronteras de diferentes modos. Las vacunas no solo protegen a nuestros chicos, sino que también previenen que otros sean contagiados.
La OMS afirma que la administración de varias vacunas al mismo tiempo no tiene efectos secundarios en el sistema inmunológico del niño. Es recomendable consultar con el médico responsable si se podría hacer este procedimiento a fin de evitar las inyecciones en los chicos.
Como adultos también debemos aplicarnos ciertos refuerzos y así evitar la propagación de un virus que haga mal a otros. Está el caso de la vacuna contra la fiebre amarilla, por ejemplo, la cual debemos aplicarnos en caso de viajar a zonas de la selva, el sarampión anteriormente mencionado o la gripe.
Con las vacunas al día los chicos gozarán de una salud plena y con un sistema inmunológico a prueba de todo, no habrá enfermedad que los detenga.
¡Las vacunas son su mejor defensa!