Padres · 16 de Jul 2018
Te explicamos por qué no debemos permitir que los chicos tengan una de estas especies en casa.
Canal IPe
Llega un momento en la vida de los chicos en el que nos pedirán tener una mascota para jugar, cuidar de ella y convertirla en su gran compañera. Dentro de su natural entusiasmo nos pueden pedir especies inesperadas como una lagartija, un mono o hasta una lechuza al mismo estilo de Harry Potter, pero es nuestra responsabilidad como adultos entender la situación para explicarles por qué esto afectaría tanto a nuestra familia como a la biodiversidad del país.
Tenemos que considerar que la mayoría de los animales no domésticos a la venta provienen del tráfico ilegal. De acuerdo a cifras del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) cerca de 67 000 animales silvestres vivos fueron decomisados entre el 2000 y el 2016, una actividad que incluso afecta varias especies amenazadas.
De acuerdo a Jessica Gálvez-Durand, Directora de la Dirección de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre del SERFOR, la naturaleza se puede ver afectada, ya que al ser sacadas de su ambiente natural muchas otras tuvieron que morir, causando una disminución de su población. Asimismo, nos explica que esta actividad aumenta el riesgo de aparición de plagas al extraer animales que cumplen funciones esenciales dentro de un ecosistema.
El riesgo para nuestra salud también es muy grande. Al ser capturados y transportados en terribles condiciones no tienen los cuidados sanitarios reglamentarios, exponiéndonos a enfermedades como la salmonelosis, rabia, malaria, herpes y otros males provenientes de hasta 17 virus y bacterias. Además, al no estar acostumbrados al trato humano, estos animalitos nos pueden desarrollar conductas agresivas y, por tanto, no serán grandes aliados de juegos para nuestros chicos.
Según Jessica, el SERFOR no cuenta con un listado de animales pero que en líneas generales, se debería evitar tener animales silvestres como mascotas por los riesgos ya mencionados. Aquí ella nos menciona algunos.
Primates: Ni siquiera las especies más pequeñas como los pichicos o los titi. La dieta y el cuidado que reciben no son los adecuados y son desprendidos de sus familias desde muy pequeñitos. Puedes ver más información sobre la situación de esta especie aquí.
Reptiles: Como serpientes, lagartijas, tortugas, iguanas, geckos, lagartos, caimanes, entre otros. Entre ellas la más vulnerable es la tortuga taricaya, esas chiquitas que venden en cajas o recipientes con agua. Mira su situación actual en este enlace.
Anfibios: Evitemos comprar ranas, sapos o similares.
Aves silvestres: Tal vez los más solicitados debido a la gran diversidad existente en nuestro país. Dentro de este grupo están los loros, guacamayos y otras más que puedes encontrar en esta infografía.
Aves de presa (diurnas y nocturnas): Como los gavilanes, halcones, cernícalos, búhos, lechuzas.
Optar por animales domésticos como perros, gatos, conejos, hámster o animales que tengan un origen legal. Eso sí, prefiriendo siempre la adopción.
“Existen algunos animales que se pueden tener como mascota, pero estos deben adquiridos a través de negocios formales como zoocriaderos o centros de cría autorizados – aclara Jessica –. La mejor manera de disfrutar de los animales es en su hogar, es decir, en la naturaleza, las reservas nacionales o zoológicos y centros de cría autorizados”.
Asimismo, El SERFOR tiene una campaña llamada “Si compras, eres cómplice” y desde donde podemos también ser parte de la solución al no comprar y reportando casos de tráfico silvestre.
¡Enseñemosles a los chicos lo valioso que es el cuidado de nuestra biodiversidad!