Obesidad infantil: ¿qué tan mala es la comida chatarra para los chicos?

Hoy se conmemora el Día Mundial de la Obesidad y en Chicos IPe queremos contarte qué pasa con el cuerpo de los chicos que consumen mucha comida chatarra como papitas, chocolates y hamburguesas. ¡Toma nota!

Según un estudio del 2019 del Instituto Nacional de Salud (INS), la obesidad y el sobrepeso de niños en edad escolar llega al 32,3% en el Perú. Por otro lado, el Centro de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que nuestro país tiene la tasa más  alta de crecimiento de obesidad infantil de la región. ¡Estas son cifras que preocupan!

¿Qué está pasando? Según la OPS el principal problema es la ya mencionada comida chatarra, que no es otra cosa que comida elaborada de forma industrial, con aditivos, conservantes y muchas veces colorantes. 

La excesiva publicidad y desinformación lleva a que los chicos “se antojen” de ella constantemente y no puedan dejar de comerla por su intenso sabor, olor y color, que muchas veces causa una especie de acción.

¿Qué pasa con el cuerpo de los chicos que comen mucha comida chatarra?

Para el doctor Gustavo Rosell, los principales problema de desnutrición y anemia en niños en el Perú se deben al consumo de alimentos de alto contenido energético y bajo valor nutricional (comida chatarra). 

“Los nuevos patrones de alimentación no solo han generado, en los últimos veinte años, aumento de peso y obesidad infantil, sino también el desarrollo a largo plazo de enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, problemas cardiovasculares y varios tipos de cáncer”, explica.

Por otro lado, el psiquiatra Edgar Miraval, explica que el hecho de que los chicos consuman alimentos con grandes cantidades de azúcar y sal, además de lo anterior, también afecta a las emociones.

“A mi consultorio llegan cada vez más niños con obesidad y problemas emocionales que se relacionan con ansiedad, irritabilidad o depresión”, dice.

La explicación radica en que algunas sustancias de este tipo de comida pueden cambiar el nivel de equilibrio de los neurotransmisores que tenemos en el cerebro.

“Para que el cerebro funcione bien, hablemos bien, escribamos bien y nos comuniquemos bien, debe haber un equilibrio neuroquímico”, menciona.

¿Cómo podemos prevenir que nuestros hijos tengan estos problemas?

La famosa frase “los excesos no son buenos” no nació de casualidad. Para evitar que niños y niñas sufran por problemas relacionados a su salud, es importante ofrecerles una alimentación balanceada a base de frutas y verduras, pero sin restricciones. 

No es bueno asustarlos diciéndoles que una comida es “mala”  y otra es “buena” o premiarlos con chatarra cuando hacen algo bien y castigarlos con brócoli si sacaron malas notas.

También es muy importante promover la actividad física de cualquier tipo como el baile, manejar bicicleta o correr en el parque y el consumo de agua. 

Y si vamos a darles dulces o frituras, prestemos atención a los octógonos para conocer la cantidad de azúcar, sodio, grasas saturadas y grasas trans que tiene cada alimento. ¡Siempre podremos elegir la mejor opción estando bien informados!

Recuerda: ellos y ellas aprenden con el ejemplo. No podemos exigirles “comer sano” o tener hábitos saludables si no lo hacemos nosotros.

¡Cuidemos la salud de los que más queremos!