Padres · 19 de Dic 2020
Este problema puede manifestarse en recién nacidos o a partir de los tres años.
Tips de Madre
Puede resultar difícil darse cuenta si nuestros hijos tienen síntomas de intolerancia a la lactosa. Pero, ¡atención! Si un niño o niña presenta hinchazón abdominal, gases, diarrea, náuseas y vómitos después de haber consumido leche o ingerir cualquier tipo de productos lácteos, su organismo podría estar rechazando este componente.
Es un tipo de azúcar que está presente en la leche de animales mamíferos como la vaca, la cabra, la oveja y también en la materna. Además, se encuentra en otros alimentos que les gustan muchos a los pequeños como el yogurt, el helado, los quesos, algunos tipos de pan, cereales y otros productos enlatados.
La intolerancia a la lactosa es la incapacidad del sistema digestivo para digerirla. Aparece cuando el intestino delgado no produce suficiente cantidad de enzima lactasa que permite asimilar y desintegrar la lactosa. Un componente compuesto por glucosa y galactosa. Ambos muy esenciales para el funcionamiento del cuerpo humano ya que es una fuente de energía. Por eso, la lactosa al no ser absorbida por el organismo se queda depositada en el intestino y provoca fuertes síntomas que pueden manifestarse a solo minutos de haber ingerido algo u horas después.
A pesar de que la lactosa no llega a ser tan peligrosa como las alergias en los pequeños, es importante detectar lo antes posible si tu niño o niña tiene problemas para tolerarla. Según los especialistas, este malestar puede manifestarse a cualquier edad. Por ejemplo, los bebés prematuros suelen tener un sistema digestivo inmaduro por lo que generalmente resultan intolerantes a la lactosa. En cuanto a los que nacieron cumplidos los nueves meses, por lo general muestran signos de rechazo a la lactosa recién a partir de los tres años.
La intolerancia a la lactosa es un problema que cada vez preocupa más a los padres. Por eso hay que mantener una constante vigilancia a la dieta de nuestros hijos. Cuando los chicos presenten algunos síntomas, te sugerimos retirar de sus comidas los productos derivados de la leche y sustituirlos por sus equivalentes vegetales o sin lactosa. ¡Ojo! Es muy importante no eliminar los lácteos en la alimentación de los niños ya que son fundamentales para una buena nutrición durante la infancia.
En la actualidad, existen muchos alimentos alternativos que pueden consumir los menores que padecen de este tipo de intolerancia alimentaria. Entre ellos están la leche de soya, de almendras, arroz o avena. Por supuesto, también pueden comer sus derivados ya que son una buena fuente de calcio, proteínas y contienen menos calorías que la leche de vaca. También te recomendamos hablar con el pediatra para que determine cuál es la mejor opción para tu niño.
Ten en cuenta estas sugerencias y mantengámonos alerta a los síntomas. Si el organismo de los niños rechaza constantemente la leche o cualquier derivado de los lácteos podemos considerarlo como el primer signo de alarma para acudir al médico y eliminar alimentos prohibidos de su dieta balanceada.