Por una educación intercultural y bilingüe

La educación es un derecho fundamental que nos pertenece a todos, pero para los más de 4 millones de peruanos que no tienen al castellano como lengua materna, este derecho se hace más difícil de alcanzar.

Tan solo imaginemos matricular a los chicos en un colegio donde no se hable el idioma que normalmente usa. ¿Parece una locura, verdad? Y lamentablemente esa es la situación de muchos niños y niñas peruanos.

Según UNICEF, de la cifra mencionada, 1 millón son niños y niñas. Está comprobado que ellos aprenden mucho mejor si es que cuentan con profesores y material de estudio que vaya de acorde a su lengua ya que esta forma parte de su identidad, cultura y tradición.  

“Todos los estudios disponibles muestran que cuando los niños cursan sus primeros años de escolaridad en su propia lengua, se incrementan sustancialmente sus logros de aprendizaje y sus capacidades para aprender otras lenguas – declaró a El Peruano, Magaly Robalino, representante de la UNESCO en el Perú –. La educación multilingüe facilita el aprendizaje afectivo y promueve la equidad para las poblaciones que hablan lenguas minoritarias y/o indígenas, especialmente las niñas y mujeres”.

Para lograr que más chicos tengan la educación que se merecen, el Estado ha venido apostando por una Educación Intercultural Bilingüe (EIB), un sistema en el que las escuelas ubicadas en varias regiones del país tengan la obligación de enseñar en el idioma materno de los niños e impartir clases de castellano para tenerlo como segunda lengua.

Puede parecer fácil de lograr, pero el camino es largo. Existe un factor adicional que no permite que los miembros de los pueblos indígenas encuentren su lugar en la sociedad: la discriminación al hablante y a su propia lengua. Ante esto, los miembros de estos ancestrales pueblos toman decisiones drásticas y optan por no transmitir sus lenguas a nuevas generaciones lo que, eventualmente, termina con la extinción de estas grandes fuentes de conocimiento.

Actualmente existen 47 lenguas originarias en nuestro país. El gran reto es alcanzar una educación inclusiva e igualitaria para consolidar nuestra diversidad y empoderar las culturas que tanto tienen por enseñarnos.

Si somos considerados uno de los países más ricos en diversidad lingüística, ¿las vamos a dejar perder?