Padres · 11 de Jul 2018
Además del ejercicio físico, estas disciplinas también dan importantes lecciones para la vida.
Canal IPe
Las artes marciales son mucho más de lo que vemos en las pantallas del cine o la televisión. Además de ser visualmente atractivas y ser un súper ejercicio físico, también aporta al desarrollo espiritual y mental de quien las practica. Si tienen ese efecto en una persona adulta, imagínate lo que puede hacer en los niños y niñas.
Empezaron siendo una actividad usada para el combate y la autodefensa, pero hoy en día estas disciplinas se destacan por todos los beneficios alrededor de ellas. Para los que andan buscando nuevas alternativas de deportes para los chicos y chicas, aquí te explicamos lo que pueden ofrecer algunas de ellas.
Lo pueden practicar niños desde los cuatro años de edad. Aquí los chicos desarrollan su coordinación motora – principalmente de manos y piernas – y aprenden sobre disciplina, perseverancia y responsabilidad. El karate también los motiva a perseguir objetivos concretos al superar niveles que les permita cambiar de color de cinturón. Sentir que logran una meta a la vez ayudará mucho en su autoestima.
De origen coreano, en el taekwondo los chicos pueden usar sus pies, manos, puños, rodillas y codos. La práctica de esta actividad hace que tengan un mayor control de sus movimientos corporales, al mismo tiempo que generan un respeto hacia sí mismos y los demás, su capacidad para trabajar en equipo y la humildad.
Los ejercicios de una sesión de judo incluyen saltar, gatear o correr, una rutina que pone a prueba la flexibilidad, resistencia y equilibrio de los chicos y chicas. Al tener un adversario al frente, les dará importantes lecciones sobre el compañerismo y la amistad, pues el objetivo de los combates es mostrar la técnica aprendida y nunca violencia.
El Jiu Jitsu es una gran técnica de defensa personal que puede aprenderse desde chicos. Esta técnica brasilera les ayudará a tener disciplina, paciencia y una gran agilidad mental. Asimismo, estar en contacto con otras personas, los motivará a interactuar, ser más sociables, comunicativos y ganarán más confianza en sí mismos.
Sacando el lado competitivo, esta disciplina tailandesa puede resultar todo un desafío para los chicos. Es más exigente en el plano físico al usar casi todo el cuerpo y requiere de mucha concentración para aprender las rutinas establecidas por el profesor. El Muay Thai puede ayudar a chicos hiperactivos a canalizar su energía en el ejercicio.
Estas son algunas opciones por las que podemos decidir siempre y cuando contemos con la aprobación de nuestro pediatra. Si no hay ningún impedimento, ¿te atreverías a darles una oportunidad?