Padres · 13 de Dic 2019
En esta nota te contamos por qué es peligroso "cuidar mucho" a los chicos.
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Como papás (sobre todo primerizos) es normal morirnos de miedo de que le pase algo a nuestros hijos. Pero esa necesidad de protegerlos del mundo exterior puede jugarnos en contra: según EsSalud la sobreprotección es considerada otra forma de violencia doméstica.
"Los padres tienen el deber de proteger a sus hijos, pero no sobreproteger, porque al hacerlo ellos nunca aprenderán a lidiar con la derrota, el fracaso o la decepción", explica Rosario Huasasquiche, psicóloga infantil.
Es muy común confundir "cuidar mucho" con impartir disciplina. Pero cuidado, porque esta forma negativa de crianza, sumada a factores genéticos, puede desencadenar en episodios de depresión, ansiedad y problemas de autoestima en el futuro.
"Sobreproteger también impide que los niños desarrollen su independencia y madurez durante la adolescencia y la adultez", dice la especialista.
+Tienden a impedir que el niño "sea libre" por temor a que se lastime.
+Frases como "no te metas ahí" o "ten cuidado, por favor", son bastante comunes. Es con este tipo de comentarios con los que se transmiten las inseguridades.
+Este comportamiento les impide disfrutar de la infancia de sus hijos porque siempre están angustiados por los que les pueda pasar.
+Le cuesta alejarse de sus padres y llora intensamente cuando tiene que hacerlo.
+Busca protección y validación de quienes lo rodean.
+Pocas veces asume la responsabilidad de sus actos porque está acostumbrado a que lo hagan por él.
+ La crianza debe ser equilibrada. Para esto hay que tener en cuenta tres principios: amor, disciplina y respeto.
+ Deja que explore su entorno. Lo ideal es permitir que los niños descubran el mundo por sí mismos, pero siempre bajo supervisión. Tener una guía los ayudará a aprender sobre seguridad y generará lazos más fuertes.
+ Puedes proteger, pero no sobreproteger. Esto lo lograrás confiando en su capacidad para relacionarse con su entorno.
Así que ya lo sabes, a practicar más crianza consciente, responsable y menos sobreprotección.