Tecnología · 19 de Jun 2017
Ingeniera cusqueña es una de las mujeres peruanas que trabaja en la NASA.
Facebook Jacky Silva-Martinez
Muchas personas desde que son niños sueñan con ser astronautas y viajar por el espacio. Jackelynne Silva Martinez es una ingeniera aeroespacial que compartía este sueño desde pequeña. Hoy trabaja en la NASA.
Esta cusqueña, que a los 15 años emigró junto a su familia a los Estados Unidos, es una de las peruanas que con mucho esfuerzo ha logrado una carrera exitosa en la agencia espacial norteamericana. Hace unas semanas retorno a nuestro país para brindar una serie de charlas a estudiantes en colegios y universidades sobre su experiencia como ingeniera aeroespacial. Aprovechamos la oportunidad para conversar con ella sobre su trabajo, sus sueños y su visión sobre la ciencia en el Perú.
Mi interés por conocer más sobre el espacio me llevó a buscar una carrera que tenga que ver con este. Así encontré Aeroespacial y vi que era parte de las carreras de ingeniería. El objetivo de mi búsqueda era encontrar algo en lo que quería trabajar y de acuerdo a eso busqué la carrera que me llevó a ello.
Digamos que sí. Comenzó como un juego de niños desde que vivía en Cusco. Me gustaba colorear las revistas Sputnik que vendían en el mercado fuera del cementerio -creo que esa fue la única forma de convencer a una niña de 5 años de ir cada fin de semana-. Las figuras e historias de los astronautas me llamaban mucho la atención. Con el pasar del tiempo mi interés por las ciencias y las matemáticas se fue incrementando y todo ese proceso me acercó más a la idea de trabajar en algo relacionado al espacio y trabajar con astronautas. Claro que me gustaría serlo, pero no es algo que me limite de realizarme como profesional, ya que he tenido la oportunidad de entrenar en los mismos lugares en los que ellos han estado y hacer sus mismas actividades.
Porque ciencia y tecnología son herramientas fundamentales para ayudar a realizar avances en nuestro día a día. Por ejemplo, el Internet nos ayuda a acceder a mucha información. Uno aún necesita saber como filtrar cierta información que se encuentra, pero una gran ventaja es la inmediatez que ofrece. La ciencia y la tecnología nos permiten hacer nuestras actividades cotidianas más eficientes. Si un país quiere avanzar tiene que estar a la par con ese avance.
Actualmente trabajo como controladora de vuelos en el Control de Misiones en NASA Johnson Space Center en Houston, Texas. Hago el planeamiento de las actividades de los astronautas desde que se despiertan hasta que se duermen. Esto consiste en la coordinación con más de 20 controladores de vuelos en distintos departamentos, así como de otros centros de NASA que se encargan de la carga útil, y de socios internacionales tales como las agencias espaciales de Japón, Rusia, Europa, y Canadá.
Contenta de saber que se dio el primer paso. Se le tiene que dar el seguimiento respectivo para que se concrete. También feliz de saber que pude sembrar una semillita para que se realice este convenio, eso mediante un grupo de hispanos que estamos dentro de NASA.
Eres la fundadora del Centro de Ciencia, Liderazgo y Cultura (CCLC). ¿Cómo nació este proyecto?
La idea general del CCLC es compartir temas en estas tres áreas con estudiantes y jóvenes profesionales. La ciencia es una herramienta indispensable para el avance de un país, las habilidades de liderazgo lo son para poner en marcha nuestras ideas y proyectos, y a donde quiera que vayamos debemos aprender de otras culturas y saber compartir la nuestra.
La idea del proyecto nació en el Perú, específicamente en la casa de mis papás, donde invitaban a la familia a compartir temas variados de los que todos pudiéramos aprender. Continuamos con esta idea cuando nos mudamos a los Estados Unidos ya invitando a amigos y vecinos. Y, luego decidimos hacerlas abiertas a la comunidad, poniendo las charlas en bibliotecas, iglesias y colegios en New Jersey, Pennsylvania y New York. Fue en Connecticut donde nació el nombre y desde ahí los proyectos a otros estados e internacionalmente.
Alentando a la sociedad en general a que inculque a que las chicas sigan ramas en ciencia, tecnología, ingeniería, y matemática. Esto es una tarea de todos, comenzando en la casa. Por ejemplo, los quehaceres deben ser asignados igualmente para los hijos y las hijas. Todos debemos aprender a cocinar desde pequeños, todos debemos aprender a soldar y reparar ciertas partes de nuestras casas.
Por otro lado, los padres y los profesores deben animar a sus estudiantes a seguir distintas carreras. Los profesores deben orientar a chicos y chicas sobre los cursos que les guste más y apoyarlos en ello sin decir que cierta carrera no es para mujeres o cierta carrera no paga bien. Eso es solo algo que como sociedad nos hemos puesto en la cabeza y que no debe interferir con la creatividad que los estudiantes tengan. Al final es cuestión de igualdad de oportunidades y que cada uno sepa aprovecharlas.